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18 enero, 2019 - No Comments!

Al Cien | Para no arruinar el 2019

La noche de Año Viejo tuve que cachetearme a mí misma para aguantar hasta las 12:00 y poder desearles feliz año nuevo a mis amigos. Lo logré, durante 10 minutos, pero lo logré: brindé, di el abrazo y me esforcé en pensar en al menos un deseo para no dejar pasar la oportunidad de comer algunas uvas. Eso no lo logré, probablemente porque el 2018 fue un año tan raro que no me dio tiempo de crearme expectativas para el que venía.

Después me di cuenta que no todos los meses se tiene la oportunidad de empezar de cero y me dispuse a iniciar mi lista de propósitos:

Me voy a poner a dieta.
Ahora sí aprendo a andar en bicicleta.
Adiós a mi coquirri light

Hasta que me di cuenta: ¡eran los mismos propósitos del año pasado!

Y del antepasado, y del de antes de ese… para qué me engañaba un año más, no los iba a cumplir.

Es por eso que mis propósitos del 2019 no se enfocaron solo en mí, sino en un mundo mejor para nosotras; mi mamá, mis hermanas, mis amigas, todas las mujeres que me rodean y también para las que no.

¿Le quieren entrar conmigo?

Apoyar a las mujeres con talento

Creo que aquí todos cojeamos de la misma pata. Sé que, en muchas ocasiones, los proyectos de mujeres no tienen las mismas oportunidades de exposición, y muchas otras veces ni siquiera sabemos que existen.

Escucha a más mujeres, lee a más mujeres, cómprale a más mujeres y si aparte tienes oportunidad de apoyarlas para ser más vistas, también hazlo.

Convivir con mis amigas al menos una vez al mes

Esto aplica para hombres y mujeres también. Muchas veces creemos que es más fácil relacionarnos con hombres pues “hay menos problemas” o “menos drama”, pero no es así, amigos*. Frecuenten más seguido a sus amigas y verán lo chido que es compartir ideas y opiniones desde diferentes puntos, nada tiene que ver el género.

Eliminar al menos una frase machista (al mes) de mi vocabulario

A todos nos pasa y no te hace una mala persona necesariamente. Hay muchas frases que escuchamos toda la vida que nos parecen de lo más normales, pero que no pasa nada tampoco si de una vez por todas vamos acabando con ellas, al menos en nuestro propio vocabulario.

Por ejemplo: “A las mujeres no hay que entenderlas, solo quererlas”. Gracias, amigos. Agradezco que me quieran, pero también agradecería si hicieran un esfuerzo en entenderme.

No juzgar

Criticar es fácil y a veces bien sabroso, pero no es sano para nadie, mucho menos para uno mismo. Recordemos que cada quien es libre de hacer lo que quiere, vestirse como quiere, estar como quiere y vivir como quiere.

Intervenir ante una injusticia

¿A tu vecina le está gritando o golpeando el esposo? ¿Viste cómo atacaron a una chica en la calle? Sé que da miedo intervenir, o es difícil evitar el pensamiento de “a mí qué me importa”, pero todos podríamos contribuir en crear espacios más seguros para todas.

Decir y aceptar un no

Hay tantos “no” que no se aceptan que no sé ni por dónde empezar. Desde el NO al invitar un trago en el bar, hasta el NO cuando preguntas si quieren tener hijos. Nunca pongas en duda un no de alguien más, es decisión de cada quien y a uno le toca aceptar.

Gracias, amigos. si van a unirse a estos propósitos. Si no quieren hacerlo, agradezco si no estorban. Recuerden que hay lugar para todos en el mundo y todos merecemos ser felices, aceptados y apoyados.

Comparto un playlist que me di la libertad de hacer con puras chicas, hay una canción por artista, si les gusta su propuesta síganla:

Aline Flores Nonaka

Instagram: @alinenonaka

Twitter: @alinenonaka

*Para más consejos sobre este tema, recomendamos el texto de Roxane Gay "How to be friends with another woman". N. de la E.

6 junio, 2018 - No Comments!

Anuma | Ladies don’t play guitar

El otro día Abril compartió un artículo de la revista Rolling Stone que me pareció muy interesante. Hablaba del rumor sobre la disminución de las ventas de guitarras. Y resulta que no es exactamente así. Al parecer, cuando la marca Gibson se declaró en bancarrota (principalmente por problemas de deudas, no porque no vendieran), la prensa empezó a especular que era el “fin de las guitarras”. Resulta que hay muchos factores detrás de esto. Un ejemplo es que las tiendas físicas de instrumentos musicales también han sufrido una caída en sus ventas, por el aumento de ventas en línea. Creo que más bien ya son otros tiempos, hay otros géneros musicales que no hacen uso de grandes solos de guitarra, y obviamente la era digital en la que vivimos influye mucho. Pero un dato que me pareció muy curioso es que, según Fender, sus ventas en Estados Unidos han aumento en los últimos años, y en gran parte se debe a que se han enfocado en hacer mercadotecnia dirigida a un público más joven e incluyente. Haré énfasis en lo de incluyente, pues en una encuesta realizada por ellos, encontraron que el 50% de su mercado son mujeres.

¿O sea la MITAD de sus ventas, así como las mujeres son la MITAD de la población mundial?

El artículo antes mencionado decía que un gran porcentaje de personas que empiezan a tocar algún instrumento lo abandonan al año. Recordé justo cuando empecé a tocar guitarra. No crean que sé mucho, pero probablemente, si no hubiera tenido la suerte de encontrarme con una baterista y una guitarrista/bajista, lo hubiera abandonado al poco tiempo. Apenas y sabíamos tocar unos acordes, pero hacíamos canciones que nos divertían.

Sería bueno hacer una encuesta en México de la cantidad de mujeres que toquen algún instrumento, aunque me imagino que es un panorama muy diferente al 50-50 que menciona Fender en el país vecino. Según un estudio del INEGI (2014), en México 93 de cada 100 músicos son hombres, y sólo 7 son mujeres. Creo que en 4 años debe haber por lo menos un ligero cambio en esas cifras, sin embargo esto me lleva a pensar que si hubiera aún más mujeres en la música (me refiero a géneros fuera del pop), sería otra historia. Y es que, por ejemplo, con las chicas de YuJo! hemos formado una especie de hermandad, nos compartimos consejos, reímos y lloramos; ni siquiera sé cómo describirlo, pero es algo que sólo pasa entre mujeres y que me hacía falta.

Así, pero en Caji

Yo era de esas que decía “yo no tengo muchas amigas mujeres porque no me llevo bien con ellas”, y desde hace unos años he luchado conmigo misma para cambiar esa mentalidad. Claro que las pocas que tengo las mantengo como mi más grande tesoro de amistad, pero creo que la mayoría de mis amigos más cercanos han sido hombres (con los cuales también me divierto a montones y quiero como a mi familia). Aún así, creo que no hubiera sido lo mismo si hubiera empezado a formar una banda integrada sólo por hombres.

Algunas de las preguntas que nos hacían con frecuencia en la banda en la que tocaba eran: “¿qué se siente ser mujer y estar en la escena?, ¿a qué retos se enfrentan como mujer?”, y cada vez que nos preguntaban ese tipo de cosas, no podía evitar sentirme extraña. ¿Por qué tendría que ser diferente, y por qué tendría que enfrentarme a más retos que los hombres? Pero pues sí, sí pasa. Donde más he batallado es en las tiendas de música. Creen que sólo vas a comprarle cosas al novio, o te tratan de manera condescendiente. Y en general, el mercado al que se dirigen las marcas de instrumentos y tiendas, son los hombres. El jefe de marketing de Fender dijo en una entrevista:

I think the biggest compliment that we could pay any artist is to look at them with the same level of investment, the same level of perspective and support, whether they’re male or female.

Y es exactamente el punto de todo esto. Para mí no se trata de segmentar la música, ni de bandas de chicas aquí y bandas de hombres allá, ni de tocar únicamente con mujeres. Y tampoco es que prefiera tocar con unos ni con otros, ni unos son mejores ni peores. Ni de sólo cubrir cuotas de género como sucede en algunas empresas.

Tal vez ustedes, lectores, sean de esas buenas personas que siempre han escuchado música con mujeres, y conocen a cientos de mujeres bateristas, guitarristas, bajistas, tecladistas, (vocalistas ni se diga). Pero aún hay un largo camino por recorrer. Hasta hace muy poco tiempo, las revistas especializadas de música usaban mujeres en bikini, con guitarra en medio, para sus portadas como si se tratara de un taller mecánico. Apenas en el 2016 decidieron que era “anticuado y ofensivo”. Cuando apareció St. Vicent en la portada de Guitar World,  issue de enero del 2017, aprovechó para burlarse justo de eso. Pero aún así, sus lectores no dejan de hacer comentarios machistas al respecto, basta con ver en la publicación de Facebook de esa portada para darse cuenta de cómo a algunos hombres les dolió que hayan puesto a una mujer.

Cada vez veo más proyectos musicales liderados por mujeres, o con alguna integrante mujer. Y aunque siempre ha habido muchas bandas con chicas, creo que en los últimos años hay un gran incremento. Un tema que también se ha puesto sobre la mesa recientemente es el de las pocas mujeres que hay en los carteles de festivales. Según Pitchfork, en el 2017 el 74% de los lineups fueron artistas hombres, el 14% mujeres, y el 12% actos mixtos. Ya hemos visto (pocos) avances en eso, pero por lo menos sí han incrementado el número de artistas mujeres en algunos festivales.

Hay mujeres que están haciendo cosas increíbles en todos los géneros y en las diferentes áreas de la industria musical (composición, ingeniería en audio, producción, management, etc.). Y falta reconocer ese trabajo cuando está bien hecho, no porque sean especiales, sino porque debe dejar de ser un ámbito en el que todo era para hombres porque pensaban que sólo ellos se interesaban. Algo similar ha pasado en el mercado de los automóviles: algunas marcas empezaron a dirigirse más a las mujeres y aumentaron sus ventas. Cuando salió Wonder Woman, muchísimas niñas empezaron a interesarse más en los súper héroes y en los cómics. En la música, según algunos medios, gracias a Taylor Swift ha aumentado la venta de guitarras porque niñas y adolescentes quieren aprender a tocarla.

Podrían pensar: ¡pues claro que era dirigido a los hombres!, porque efectivamente era su mercado meta más grande, ¿y cómo le llegas a los hombres? Hablando en su idioma: mujeres en bikini, que todo se vea rudo y picudo.

¿Y esa es la única forma en que se pueden comunicar?

Y a pesar de eso, siempre ha habido mujeres en la música. Pero, ¿cuántas no se habrán detenido de aprender a tocar algún instrumento porque no era algo digno de una “señorita”? Tal vez habrá otras que sí aprendieron, les gustó, pero no encontraron un medio para seguir desarrollándolo u otras chicas con quién compartir ese gusto.

Afortunadamente los tiempos cambian, y poco a poco hay más tutoriales, videos y páginas para todos, con un manejo de lenguaje más neutral. Sin embargo, no olvidemos que los diferentes espacios, revistas de música, tiendas, estudios, plataformas y foros sean más incluyentes, que no importe el género, sexualidad o gustos. Se debe fomentar la diversidad, igualdad y que se hagan las cosas desde otras perspectivas.

 

Jeka

Instagram: @jekaspita

21 febrero, 2018 - No Comments!

La Opinión Que No Pediste | Lo bailado nadie nos lo quita

“Defiende tu punto de vista” es la frase que me ha regido desde que tengo uso de razón. Como buen abogado, mi papá nos inculcó siempre, a mi hermana y a mí, que nos aferráramos a nuestras creencias, y que poco importaba lo que nos dijeran los demás. Con fundamentos, respeto y educación, siempre debíamos defender nuestro punto de vista.

(Yuca: Por el bien común, ya no es necesario que continúes leyendo.)

Los años pasaron y ahora me pide que me siente con él a escuchar a David Bowie, "Sweet Home Alabama" de Lynyrd Skynyrd, o los eternos conciertos de Peter Gabriel para que, según él, escuche buena música, no como ese reguetón que tanto defiendo… Estoy segura que ahora se arrepiente de haber hecho tanto énfasis en esa parte de mi educación, já.

Ya que lo mencioné: paren ya por favor todo el hate a este género musical. En verdad, qué disgusto sólo recibir como respuesta una mueca de repugnancia cada que digo que sí me gusta el reguetón. ¡DÍMELO PAPI!

Ojo, amigos, mi objetivo está lejos de tratar de convencerlos de que amen perdidamente a Nicky Jam o que se bajen la discografía completa de Daddy Yankee. Sé que a la gente puede no gustarle, y lo entiendo y respeto profundamente. Lo que sí me cuesta entender es ¿por qué la aversión?, ¿por qué el reguetón es objeto de nuestro odio?

Lo que sí quiero hacer, es darles la opinión —que no pidieron— sobre por qué el reguetón no es lo peor que hay en el planeta, por qué lo considero sensacional y por qué me gusta bailar cuando suena el dembow.

gg

Primero, lo primero: brevísimo marco histórico y social. El reguetón nació por ahí de los 90 en las calles más marginadas de Puerto Rico y Panamá. Los jóvenes de esos barrios comenzaron a hacer música clandestina en donde hablaban de su día a día. ¿Qué era eso? Sexo, drogas, violencia, y la importancia del dinero. No busco justificar nada, pero creo que es importante tener en mente cómo nació y por qué es como es. ¿No les parece que es normal que los jóvenes busquen expresarse y manifestar la realidad que viven?

La razón más frecuente que me da la gente cuando les pregunto que por qué no les gusta el reguetón, es “porque sólo habla de sexo y es muy machista y misógino”, aunque apenas conozcan tres canciones. Esto es una de las cosas que más me desesperan, porque tenemos escuchando estas letras que “violentan a la mujer” menos de 30 años, y la falta de equidad la arrastramos desde que el mundo es mundo. Si me preguntan a mí, el machismo está en las horribles actitudes y costumbres tan arraigadas que tenemos y que ni nos cuestionamos, en un “Por eso las violan”, “Legalicen a las de 16” o en agachar la cabeza cada que vemos o somos parte de un abuso, y no en una canción de tres minutos y medio. I rest my case.

Sí, hay letras, videoclips y artes en discos que denigran a la mujer que no apruebo y me molestan, y sí, creo que no necesariamente nos ayudan a encontrar la equidad de género que tanto necesitamos. Pero letras que maltraten a la mujer están presentes en muchísimos otros géneros musicales, no es exclusivo del reguetón. Hasta me atrevo a decir que, del acto sexual, sí hablan todos.

Rocío Durcal pide que le inviten un café y luego le hagan el amor; Armando Manzanero quiere repetir el cansancio que le hicieron sentir; Nine Inch Nails quiere fuck you like an animal; The Beatles quieren hacerlo en la carretera; Kanye West quiere salsa agridulce para no puedo imaginarme qué… hasta The Rolling Stones quieren invitarte a pasar la noche juntos, y ni nos acerquemos al hip-hop. Ah, pero no sea que cualquier reguetonero diga que le quiere dar duro a su jeva porque todos levantan las cejas, y el Manual de Carreño les queda corto.

Para aquellos que dicen que es muy vulgar y misógino, les hice un pequeña y rápida selección de canciones que (ya sé que no van a escuchar, pero papelito habla) no hablan de sexo más que cualquiera otra. Y si lo hace, es completamente consensuado porque

AMIGO, DATE CUENTA

Por ahí del 2015, entré en el mundo del reguetón y desde entonces le pongo atención a las letras, y tengo que decirles que, en su gran mayoría, no es que nos devalúen como mujeres, sino que al reguetón no le da miedo ser lo prohibido y decir las cosas como son. (Puritanos, por favor no se escandalicen). Sí, somos seres sexuados, y sí, todos lo disfrutamos. Es un género para la fiesta, con letras despreocupadas y simples que tienden a la sensualidad, y yo no le veo nada malo a que tanto hombres como mujeres nos empoderemos de nuestro cuerpo y bailemos. Solos, o con nuestra pareja, o amigos. Si no te sientes cómodo perreándole a alguien, flash news!: NO ES NECESARIO QUE LO HAGAS.

Para mí eso es lo bonito de este género, le está dando la vuelta al mundo y haciendo que personas de todas las clases sociales muevan sus caderitas, y (echándole flores de más) hasta creo que apoya la demolición de códigos morales obsoletos, y abraza la libertad y la diversidad de las personas.

Si ya tocamos el tema del feminismo, la escena musical del reguetón tampoco se queda atrás. Las mujeres están abriéndose camino y tomado los espacios que antes estaban ocupados sólo por hombres. Un ejemplo, es Becky G y la canción "Mayores". Dejando de lado que es una canción obscena, y que el reguetón no apoya estereotipos sociales ni convencionalismos, también puedo ver a una mujer empoderada capaz de decidir qué quiere y cómo. ¡Hola, emancipación femenina; adiós, invisibilidad de la mujer!

Como ya les decía, si no les gusta el reguetón, está perfecto. Si todo lo que acaban de leer les parecen justificaciones de tres pesos, también está bien. Son gustos, a mí no me late el metal y no pasa nada. Pero que no les guste en serio, no porque es lo "intelectualmente aceptado". Si genuinamente creen que va en contra de las buenas costumbres o porque no tiene las melodías más complejas o las letras les molestan, también está bien. Pero si nos jactamos de ser tan conocedores, cultos e íntegros, seamos coherentes y respetemos todos los géneros musicales.

Así de mamones se ven. Aguas.

Lector, si llegaste hasta aquí, muchas gracias por tu tiempo y lectura.

Y si necesitas reguetón, dale.

 

Rocío Valdez

Instagram: @rocio.vv

5 abril, 2017 - No Comments!

Se parece tanto al amor | La friendzone les hizo tanto daño

Entre la avalancha de opiniones y comentarios, especializados y de los que hacemos después de comer entre familia, que han empezado a acaparar la conversación en estos días sobre el caso de Tamara de Anda (por supuesto que saben de qué hablo), algunos definitivamente son más afortunados que otros. E independientemente de aquellos en los hay una falta de reflexión garrafal por parte de quienes se atreven a hacerlos en público, hay uno que me golpeó la memoria del mismo modo que una foto de la prepa me ha demostrado que no sólo la ropa que me encantaba en mi primera juventud está de vuelta, sino que entonces me quejaba de un sobrepeso nulo que por fin se materializó.

Hace 18 años también son hace 18 kilos, pero es tema para otra ocasión.

En esa época era la amiga «gordita» de una chica absolutamente hermosa. Junto a ella era imposible no sentirse un poco piltrafa, aunque de su parte nunca hubo esfuerzo alguno por menospreciar mis atributos físicos. Para eso estaban los demás y, claro, una misma —mi crítica más cruel fui yo, y jamás de manera constructiva. Maldita Abril Adolescente, qué bueno que ya te moriste—. Así que ahí estaba, la testigo en primera fila de los esfuerzos inútiles de un montón de atolondrados jovenzuelos que intentaron conquistar a mi amiga: pobres. Entre la marabunta estaba un tipo que, en retrospectiva tampoco entiendo por qué lo consideraba mi compa, suspiraba como un idiota por ella. Poseía el don de la palabra, le gustaba leer y me imagino que se sentía dentro de una trama de Daria —estaba igualito a Charles "Upchuck" Ruttheimer, sólo que con el cabello oscuro— cada vez que abría su boca salpicada de dientes torcidos, pues sus comentarios eran siempre agudos, sarcásticos y contundentes.

El de la izquierda. Upchuck es el de la izquierda.

También misóginos y machistas, pero eso no lo entendí hasta que supe un poco mejor qué son esos bonitos conceptos (fast forward a 2014: la Abril Actual no es mucho mejor persona que la Adolescente, lo sé).

Y así como suspiraba por ganarse el corazón de la inalcanzable, me compartía en corto sus frustraciones al ver que nomás no avanzaba. Hasta que un día encontró LA estrategia. Mi amiga no era millonaria pero sí tenía buen gusto. Con ella aprendí lo que es la albahaca, el café irlandés y las marcas de maquillaje que tienen sensor antirrobo porque cuestan igual que una camisa. Y, del mismo modo, era (¿es?) fan de los tulipanes. Como siempre he sido bien intencionada (léase: medio pendeja), se me hizo fácil darle esa pista al Upchuck IRL cuando me preguntó qué podría regalarle en su cumpleaños.

Así lo hizo, y con bombo y platillo. Bueno, lo que quiero decir es que pidió que llevaran el arreglo a la escuela, en horario de clase, para verle la cara de sorpresa y, me imagino, prepararse a recibir la ropa interior de la festejada. Por supuesto, le encantaron. Se sonrojó. Les dijo «hermosas». Y hasta leyó la carta que acompañó al arreglo. En ella, el buen remitente la invitaba a una cita. Una cena o comida, ¿qué importa?

Se ve incomodísimo

 

Mi amiga dijo que no.

¡Obvio, Upchuck se enojó! Se gastó 500 pesos en un arreglo, con el dinero que su adolescente ser había ahorrado en no sé cuánto tiempo, y le prometía una salida GRATIS a comer con él. ¿Era mucho pedir?

En ese momento no lo sabíamos, pero Joey Tribbiani (si le hacemos caso al Internet) ya había acuñado el término friendzone, sin embargo debimos esperar unos años más para que, también el Internet, distorsionara el término. Verán, si nos basamos en el episodio de Friends en el que Joey le dice a Ross que no tiene esperanzas con Rachel porque ya fue friendzoneado, sólo quiere decir que el objeto de deseo no te ve como potencial pareja sexual, sino como amigo. Y punto.

Cuando comenzaron los memes al respecto (véase: Friendzone Fiona), se refería a la situación en el que, principalmente los hombres heterosexuales, se ven relegados al papel de camarada mientras la cortejada se aprovecha de todas las ventajas que recibe junto a la atención de un enamorado. Verán, Rachel, hasta ese momento, no había usado la insinuación de un "tal vez" para que le regalaran tulipanes. Ni mi amiga tampoco: ella no le pidió que le regalara nada. ¿Creen que se salvó de recibir otra carta en donde le reclamaba su falta de educación y consideración, pinche vieja? Le puse una gritadera al tarado aquel cuando me enteré.

Igual a la que le puse a mi hermano cuando salió el tema de la denuncia de Tamara. Y es que es la misma, una y otra vez: ¿por qué un halago («guapa») se considera acoso? ¿Cómo es posible que no se aprecie que una persona reconozca belleza en otra, y se lo comunique de manera educada? ¿Por qué nos —dicen ellos— ponen en la misma categoría que otro que dice obscenidades, se saca el pene o toca partes del cuerpo sin permiso? ¿JAMÁS VAN A VALORAR A LOS HOMBRES BUENOS? Es la misma queja de aquellos que piensan que sólo porque cedes el paso a una mujer, le prestas tu abrigo si le da frío y escuchas las amargas quejas que tiene con su novio, el rockstar que la engaña y trata como basura, ya mereces que ella se abra de piernas cuando tú se lo pidas. Existen threads enteros de estos autonombrados “Buenos Muchachos” (no confundirse con Buenos Muchachos, del programa de radio que son mega chévere) en los que exponen, una y otra vez, sus tristes historias de amor injustamente no correspondido.

La friendzone les ha hecho mucho daño, amigos. Es momento de que se quiten el velo y entiendan de una vez por todas de qué se trata 500 days of Summer: la chica no te quiere, desde el principio te dijo que no va a estar contigo, así que no construyas castillos en el aire con expectativas que nadie te entregó desde el comienzo. Una vez que entiendan que nadie (ni una mujer: sorpresa) está hecho para agradecerte la existencia sólo porque eres amable, sabrán poner en perspectiva que ni siquiera sus mamis tenían razón cuando les aseguraban que todo lo bonito del mundo es sólo para ustedes por su linda cara. O, más bien, porque crees que eres buena persona.

No, el taxista no le dijo una grosería. Y aún así no significa que merece un aplauso o que no sea incómodo. Los que se han levantado en favor del otrora chofer anónimo, que lo han convertido en la cara de su bandera de ardidos y bebés emberrinchados, no sólo demuestran que no tienen la menor idea de cuál es el problema de fondo: se están proyectando.

Sépanlo: la friendzone no existe, es sólo la justificación que toman los "Buenos Muchachos" para comportarse como imbéciles cuando no les dan el dulce. Y una denuncia por acoso es aquella que se hace cuando lo que te dice otro, que no pediste, te agrede, invade tu espacio y te hace sentir insegura.

No se hagan los que no saben la diferencia.

*hiperventila*

Abril Ambriz

Twitter: @ladyprovolone

Instagram: @ladyprovolone

17 junio, 2015 - No Comments!

Se parece tanto al amor | De lo que estamos hablando

Si no te gusta lo que dicen, cambia la conversación

Don Draper

Esa máxima ha sido el eje central y punto de cambio en muchos capítulos de Mad Men. Pero esta entrada no es para hablar (otra vez) de esta serie que usó la publicidad como el pretexto para hablar de toda una época, y, de paso, la condición humana. Hoy vamos a hablar del feminismo en la publicidad, chiquitines.

Seguramente muchos han notado que, de un tiempo a la fecha, estamos permeados de discurso feminista. Lo vemos en artículos que hablan de Mad Max: Fury Road; en programas de lecturas enfocados a libros escritos por mujeres; en mesas de discusión en las que se habla de oportunidades de trabajo y diferencias de sueldos entre hombres y mujeres; en leyes que hablan del aborto como derecho o el acoso sexual como delito; y, sobre todo, en columnas de opinión que van desde el desfartunado "yo no necesito al feminismo" a otras que nos recuerdan que los derechos ganados para unas no son los aplicados para todas.

Y también, hay feminismo en las marcas.

Por ahí en mi Newsfeed, alguien dijo que si un tema ya está en la publicidad que nos rodea, es porque ya perdió vigencia. Negar que estamos en medio de un auge renovado del tema de los derechos de la mujer (mujer de nacimiento o mujer por decisión) es fingir que vivimos debajo de una roca, porque más de uno -metido en publicidad o no- se ha sorprendido cuando se dio cuenta que su marca favorita ya no hablaba sólo de lo bonito que es ser hombre (blanco, heterosexual, de clase media).

Actrices, cantantes, compositoras, escritoras, políticas y, sobre todo personajes de la cultura popular de ahora, son las que comenzaron a cambiar la conversación. Se crean personajes como Skylar, Peggy Olson o Furiosa; series como Girls, Black Orphan o The good wife; hablan famosas como Emma Watson, Taylor Swift o Nicki Minaj; lo mencionan, analizan, promueven y comparten hasta el cansancio sitios como Buzzfeed, The Daily What y 9GAG. Un consejo de la ex Hermionie en Twitter se gana miles de retuits. Una frase de empoderamiento femenino le gana millones de posibles ventas a Swift -que antes era conocida porque tenía muchos novios y era prácticamente un meme-. Una lista de "Las 10 frases más feminista de Beyoncé" se traduce en un número infinito de clicks para cualquier página web. El resultado es éxito inmediato. ¿Por qué una marca no adoptaría este discurso para sus campañas?

Dove ha sido una de las que más lo han explotado. Desde su campaña "Real beauty", lanzada en 2004, ha hecho prints, comerciales y videos que son capaces de arrancar una lágrima o caer en lo cursi. Pero una cosa es cierta: sabe cómo hacerlo. Uno de sus esfuerzos más sencillos, poderosos y menos manipuladores puede ser este:

¿Quién no se puede identificar con este claim?

Luego, más se subieron al tren -como dicen los chavos ahora-, con mensajes aún más fuertes. Para ejemplo, Always, que además creó un hashtag para que más personas aportaran a la conversación:

Lo más impresionante no ha sido que haya otros que quieran sumarse, intención legítima o no -feminista, no de ventas o posicionamiento-, sino que los que eran conocidos por su contenido sexista -"es divertido porque es cierto"- han iniciado un cambio en su actitud, pero sin explicaciones a nadie ni un viaje de autodescubrimiento de por medio.

Hablo, por supuesto, del papá de todos: Axe. Dejó su larga reputación de loción atrapa-chicas que tiene desde los años 90 -Aída no sabe de qué hablo, porque apenas abría sus ojos en esa década- para ser un promotor del MAKE LOVE, NOT WAR:

Con agradecimiento especial al creativo que le dio el toque final y evitó que se interpretara como "Los que no cogen son los que hacen las guerras".

También Vicky Form, una marca de lencería que cuando la revista Eres fue relevante tuvo anuncios que decían "Paradas continuas" junto a la imagen de las nalgas de una mujer -asumo- que vestía unas pequeñísimas pantaletas blancas. El año pasado, en redes sociales nos encontramos con esto:

11M

15M

Captura de pantalla 2015-06-17 a las 16.31.33

Si no quieren darse un encontronazo con la realidad, no visiten su Facebook, porque ya no hay rastro de este esfuerzo.

Finalmente, también Tecate dejó de jugar (al menos durante un instante, pues) a que las mujeres son buffet y se puso a pensar en una buena campaña en donde pueden hablar de futbol SIN tener que ser condescendientes con las féminas:

Podemos poner en duda las verdaderas intenciones detrás de cada marca. Señalar con el dedo y admitir que muchas de ellas son sólo un cambio superficial de conversación, no uno de raíz en sus lugares de trabajo. Habrá que investigar si en Unilever el trato es igualitario, si Cuauhtémoc-Moctezuma se preocupa por evitar prácticas sexistas en sus plantas o si en Vicky Form respetan a todos sus clientes, incluso si no son modelos de revista que quieren jugar a "las manos calientes".

Pero no se trata de eso. ¿El feminismo es un tren del mame al que todos quieren subirse? ¡Por favor: adelante! Si hay uno en donde debe haber asientos para todos, que éste sea el primero, porque aunque en principio haya gente que no sepa bien de qué se habla, al menos ya es parte del vocabulario de los que antes veíamos los derechos de las mujeres como un capricho alimentado por el síndrome premenstrual.

¿Qué manera más masiva y absoluta de esparcir un tema que debe profundizarse? Si no es con la publicidad, no sé con cuál otra.

Celebro que el comentario aquel de que si un tema ya está en la publicidad que nos rodea, es porque ya perdió vigencia sea una maldita falacia.

Como el amor.

Abril Ambriz Posas

Twitter: @ladyprovolone

Tumblr: ladyprovolone

Instagram: @ladyprovolone


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