14 febrero, 2018 - No Comments!

NeaNea | Tiempo de relax

Después de un intento fallido de ahondar en un tema, decidí dejarlo de lado y compartir con ustedes un poquito de uno de mis hobbies.    

Posiblemente muchos de ustedes ni sepan de qué hablo, porque no creo que sea la actividad que todos realizan en estos tiempos, pero hace muchos años lo practicaban mucho, generalmente, las mujeres: el punto de cruz. Además de ser uno de mis pasatiempo favoritos, es mi spa favorito: una forma de relajarme y desconectarme un rato del mundo, acompañándolo de buena música. Puedo pasar horas enteras cosiendo y el tiempo se pasa volando.

Lo practico desde que tengo 6 o 7 años. Al principio, hacía costuras muy sencillas, líneas rectas de crucecitas y también colocar las chaquiras. Después seguí con algunos diseño un poco más grandes, fui perfeccionando la técnica pero sin estar exenta de muchos errores. Recuerdo que en alguna ocasión me equivoqué y tomé un punto de más: el horror, porque a la hora de que terminar la figura, no cuadraba. Casi lloro porque no hubo de otra más que desbaratar hasta donde encontré el error e iniciar de nuevo. Pero conforme pasó el tiempo, agarré callo, tips  y eso errores han ido disminuyendo hasta ser casi nulos, y puedo terminar algunos diseños sin ellos, aunque de vez en cuando todavía la riego.

Mi mejor maestra ha sido la señora Maricú. Mi mamá, pues. A ella le gusta todo lo manual. Desde niña ha hecho algo de eso, como cuando hacía los bordados de los vestidos que armaba una amiga suya, así que fue natural que empezara a hacer punto de cruz en casa. Por eso inicié yo tan joven. No es tan sencillo como parece, porque aunque sigues un patrón que te dice qué colores, tipos de hilo, y materiales usar, debes tener mucho cuidado. Lo interesante es que las cruces deben apuntar al mismo lado, y que por la parte de atrás no se crucen. Mi hermana también hace punto de cruz, pero acá entre nos, yo hasta ya superé a mi mamá. Eso sí, Maricú domina los puntos contados y la plumilla. Mi hermana, es la reina del tejido.

La paciencia es una de las herramientas principales del punto de cruz. Uno de los patrones más complicados que he hecho es el dibujo de un par de hadas. Me llevó dos años, por hada, terminarlo, y eso que las hice en una tela que tiene un cuadro grande.

¡2 AÑOS CADA UNA!

 

Y el reto más grande, que estoy a punto de terminar, es una sirena de lino.

 

Andrea Rodríguez Bravo

Published by: abril in Creatividad, Juego

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