Antes pensaba que había dos tipos de ciclos: aquel en el que aprendías, y aquel en el que no. Si ponías atención, trabajabas y hacías fotografías mentales (las de Instagram no cuentan), te quedas con un aprendizaje. Si no, te pasa de noche. O, hasta peor: olvidas lo que ya sabías, tal y como Milhouse.
Frase célebre
Pero no. Como no somos materia inerte sin fibras receptoras, llámense oídos, nariz, piel, poros o lo que quieran, todo lo que pasa a nuestro alrededor se nos queda, en mayor o menor medida, dentro de la memoria. Y aunque la memoria juegue con sus propias reglas o no sepamos interpretarlo desde el comienzo, todo lo que nos ha tocado dejó su marca. Así que ahora comparto esas cosas de las que me doy cuenta, sólo porque tuve oportunidad de pensar el 2015 con todo y mi miopía, mi mal oído, mi mirada distraída y el tiempo que se me fue entre un suspiro y un largo, lento y doloroso solo de gaitas en un cuarto oscuro.
Lección 1: aprovecha las oportunidades
Hay más de una razón para no abrir una puerta, y todas son válidas. Es mejor evitar cualquier sorpresa y cuidar la presión arterial, la tranquilidad y esa parsimonia que nos da la bien ponderada Zona de Confort. Sin embargo, este año puedo comprobar con dos ejemplos que más vale arrepentirse de hacerlo, que de no hacerlo.
En nota personal, me animé a publicar textos míos en la editorial Paraíso Perdido, un proyecto de pura fe y perseverancia que, creo yo, está comenzando a ver los primeros frutos de un buen trabajo que inició hace 10 años. Cuesta admitirlo, pero si no es porque el editor, Antonio Marts, no me hubiera tenido tanta confianza y me hubiera insistido, mis cuentos seguirían en el cajón. Seguro hay quien piensa que ahí estarían mejor, pero, pues qué diablos, ya lo hice y veo que comparto páginas con otros más consumados y talentosos (Édgar Velasco, Berenice Castillo, Nydia Pando, Manuel Fons, Cástulo Aceves, et al.) y no se siente nada mal.
En una nota externa, me gusta citar el ejemplo de la camioneta gris como parábola de las oportunidades. Seguro lo recuerdan: una mujer pierde su camioneta pick-up Nissan 1991 y lo comparte en redes sociales. Como no tiene foto, sube un dibujo al más puro estilo "bolitas y palitos", de su vehículo, color gris y techo negro, para que la gente pueda ubicarla si la encuentra. Se convierte en un meme instantáneo. Hasta Récord adoptó su estilo y diseñó una de sus portadas con un dibujo malhecho, lo cual demuestra que todavía hay editores de periódicos con ganas de divertirse. Otras marcas se subieron al tren, pero la que debió convertirse en la reina fue Nissan, de quien no encontramos ejemplos dignos de mención.
Chevrolet lo hizo muy bien.
Desde su agencia de Monclova, Chevrolet contactó a Zaira, la dueña de la camioneta (que sí recuperó, por cierto) e hizo un video con ella que subió a su página de Facebook. En él, Zaira declaraba que si llegaba al millón de Me Gusta, recibiría una camioneta S10 de regalo.
¿Lo logró?
¡Claro que sí!
La marca prometió y cumplió, y eso que la camioneta original no tenía nada qué ver con ella. Albricias, no sólo a quien se le ocurrió, sino a quien se animó a hacerlo realidad. De hoy en adelante, servirá como ejemplo de un buen servicio, estrategia de contenido y marketing sin que tengan que gritarle primero en redes sociales, algo rarísimo en estas épocas tan oscuras y tiranas.
Lección 2: si quieres algo, sólo tienes que pedirlo
Hay artistas que esperan toda la vida a que un caza talentos los descubran. O que la lotería haga lo que con trabajo tal vez podríamos alcanzar, en una proporción menos desmedida, pero sí suficiente. Un día recordé que en YuJo! todos podemos crecer, y que si alguno de nosotros quisiera tomar un curso para mejorar alguna de nuestras habilidades, se podría hacer un trato. Así que un día toqué la puerta y sugería una coinversión para un curso de ilustración, y YuJo! accedió.
Fabulantástico.
Lección 3: si creas algo, déjalo ir. Si los fans te lo regresan, es porque era tuyo. Si no, es que nunca lo fue
A continuación, dos películas, de dos George, que tuvieron un buen resultado gracias a dos situaciones distintas.
Mad Max: Road Fury
Esta historia nació en 1979 de la cabeza de George Miller, un guionista australiano que ha escrito, entre otras cosas, Happy Feet (lo sé). Mad Max se convirtió en su trabajo más icónico.
Luego de más de 30 años, Miller decide que quiere otra cinta de Max, pero sin Mel Gibson y con una mujer protagonista. Nadie le puso peros. Sólo el tráiler fue suficiente para enchinar la piel de quienes nos lo encontramos y deseamos tener un boleto para su estreno lo antes posible. No rompió récords arrolladores de taquilla, ni fue un hito en preventa. Pero todos los que entramos y salimos dijimos "Qué bueno que Miller se hizo cargo", porque no sólo sabe contar una historia (con planos perfectamente centrados, a pesar de todo el movimiento) y mantener la tensión, sino que también, parece, escucha a lo que los espectadores quieren ver.
Star Wars: The Force awakens
Es tan lugar común, que quizá muchos de los que dicen amar a Boba Fett no sean más que un montón de borregos que proclaman odio por La Amenaza Fantasma sin haberla visto. ¿Y saben qué? Eso es lo de menos. Lo que la mercadotecnia y sus personajes han hecho con esta historia va más allá de todas las aspiraciones que cualquier marca podrá alcanzar. George Lucas tomó un montón de películas, mitos y escenas, las revolvió en una sola película y luego dejó que su esposa le ayudara a ordenar su desmadrito, que resultó en A New Hope y en la nueva obsesión que está por cumplir 38 años.
En 1980 aventó The Empire strikes back, con Carrie Fisher en bikini metálico, y en 1983 vendió The return of the Jedi con la mano en la cintura. Millones de dólares en mercancía después, Lucas creyó que ya era tiempo de más Star Wars y lo arruinó, o-lím-pi-ca-men-te con con el infame Episodio I. Maldita precuela. Por eso cuando se anunció que Disney iba a retomar la saga, todos perdieron la fe en la humanidad. Hasta que J. J. Abrams dijo que estaría involucrado --y eso que se aventó Star Trek antes. ¡PUM! Un director para gobernarlos a todos [los nerds]-- y se dijo que Lucas no estaba en ningún proceso creativo importante, porque la intención era hacer una película para los FANS. Fe renovada.
Se comparte el primer tráiler oficial: es la locura mundial.
Rompió récord de preventa (mundial), es la cinta más taquillera de la historia de Estados Unidos, la Tierra de las Grandes Producciones y sólo nos dejó con ganas de la octava entrega.
Awesome.
Y esto fue lo que aprendí en el 2015, sin esforzarme tanto. Se parece tanto al amor...
Abril Ambriz
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