Algunos años atrás, con el lanzamiento de la segunda generación del S40, Volvo™ puso al aire un spot que cerraba con el slogan ‘La ciudad es de todos. Decórala’.
Los primeros autos mejoraban la vida de las personas, porque les permitían ir de un lugar a otro rápidamente. Los primeros anuncios mejoraban la vida de las personas, porque les permitía conocer productos y servicios que querían obtener.
Hoy los autos se han vuelto un problema y la publicidad tradicional también, quizá porque de ambos hay demasiado.
Cada vez es más difícil que un auto revolucione la industria automotriz. De la misma forma, cada día es más complicado que una campaña impacte profundamente la manera en que las marcas se comunican y cómo las personas le damos sentido a la vida.
Hacer algo bonito y ponerlo en el mercado es una aspiración que armadoras y agencias publicitarias deberíamos tener siempre. Pero definitivamente no puede ser la única, porque entonces nos limitamos a ser decoradores, cuando lo que deberíamos hacer es resolver problemas, unos de movilidad y otros de comunicación.
De esto habla Sarah Dayan en su texto Be a problem solver not just a decorator
¿Ustedes qué opinan?
Joel Gutiérrez
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