Seguramente era 1992 o ¿1993? Medio día, un verano más en casa de mis abuelos, en Jardín Balbuena, CDMX.
La oferta televisiva era tan mala, que daba igual que sólo tuvieran un aparato para seis miembros de la familia: nadie peleaba por él. Mis papás estaban en Mérida disfrutando tener a sus hijos, de once y nueve años, a más de mil kilómetros de distancia; la abuela cocinaba algún capricho; el abuelo, en su peluquería; mis tíos estudiando o trabajando, y los pequeños hermanos Ávila tan aburridos como si supiéramos que todavía faltaban siete años para que nos pusieran internet en la casa.
Enfadado de ver infomerciales, y sin ganas de ir al parque, me puse a husmear fotos viejas y revistas en un mueble, entre libros de las carreras que estudiaron mi mamá y mis tíos, de medicina, química, odontología, administración. Recuerdo perfecto cuando vi ¡Extra! Contenido: México de carne y hueso, La época de esplendor. La portada era una ilustración a color de unos voladores de Papantla, y lo primero que vi al abrirla fue un óleo antiguo de una guerra, bastante sangriento. Me atrapó.
Comí leyendo esa revista y mi abuelo me enseñó que tenía guardadas varias más: “Cortés vs Moctezuma”, “ Cortés vs Cuahutémoc”,“Criollos vs Gachupines”, “El Santanismo”, “El Maderismo”, “El Carrancismo”,“Los años recientes” (con Echeverría y Díaz Ordaz en la portada, jaja), y los devoré también.
Ese verano, y algunos que le siguieron, me obsesioné con la historia. Fui a muchos museos, especialmente el de antropología. Me voló el cerebro cuando mi abuelo me dijo que los gigantes de Tula eran realmente astronautas, y en la escuela me sabía cada dato y anécdota sin abrir el libro. Me parecían fascinantes las anécdotas de dioses, traiciones, conquistas, asesinatos, sangre y misterio con un poco ciencia ficción, alimentada en gran parte por mi abuelo, que no dudó en regalarme su colección de revistas.
No sé si fue la muerte de mi abuelo pocos años después, el pésimo maestro de historia en la secundaria —que hizo de un Game of Thrones en potencia un canal del congreso—, o la maldita y horrible pubertad, pero perdí esa pasión por la historia.
Las revistas se desintegraron entre mudanzas de ciudad, casa, termitas e independencia. Me quedé con muchos datos que suelo aportar cuando se habla de historia, un gusto extraño por hojear publicaciones viejas y disfrutar los anuncios de cosas que ya no venden y, sobre todo, un gran recuerdo de cuando devoré una colección de revistas en un verano, como si fuera una serie de Netflix.
No sé ustedes, pero después de los recientes hechos en México, me aterra pensar que en cualquier momento todo lo que quiero lo podría perder mañana. Y no me refiero a lo material, si no a mis amigos, a mi novio, a mi familia, a mis perros.
Recientemente me tocó vivir una experiencia terrible en la que vi morir una perrita muy querida, y ha sido de lo más triste que me ha pasado en los últimos dos años. Me hizo pensar en el propósito que tenemos en esta vida, y sólo puedo llegar a la conclusión que no nos queda más que disfrutar estos momentos que tenemos aquí, hacer lo que nos gusta, convivir con quienes apreciamos, y expresar lo que sentimos. Días después de este suceso, pasa el sismo del 19 de septiembre. Al ver todos los edificios y casas que se derrumbaron, personas que lo perdieron todo y el número de fallecidos, sólo sentí apachurrarse aún más mi corazón.
Afortunadamente la reacción de la gente, todo el apoyo y la organización de ciudadanos para ayudar a los afectados me levanta el ánimo. Me da un sentimiento de alivio saber que, aunque pasen circunstancias difíciles, siempre habrá alguien que te auxilie en esos momentos. Todos tenemos a esas personas cercanas queridas que son nuestra fortaleza, pero aún en situaciones catastróficas, saber que más de uno va extender su mano para ayudar, me hace tener poquito menos miedo.
Otra reflexión que me queda con todo esto, es que debería de preocuparme menos por el futuro. Soy de esas personas que, como un momazo que anda por ahí dice, ya me estoy preocupando de lo que me voy a preocupar. Todavía ni es una realidad, y ya me da miedo lo que pueda pasar. Así que intento evitarlo y disfrutar más el ahora.
También ha sido un gran recordatorio de cómo debo ser más empática con todo. Es algo que intento diariamente, pero a veces con el rush de las cosas, se me olvida que todos somos diferentes, sentimos diferente y que nos ha tocado vivir diferentes experiencias. Si algo me ha dejado la última temporada de BoJack Horseman*, es que todos (o muchos de nosotros) en algún momento del día escuchamos esa voz interna que nos dice que la estamos cagando, y tal vez sí, pero no deberíamos dejar que nos arruine nuestros días. Sólo tratar de hacer bien lo que sea que hagamos y tener empatía por los demás. Siempre habrá gente mala, abusiva, egoísta, y da mucho coraje, pero no dejemos que eso nos amargue la vida. Me gusta pensar que los buenos somos más y que podemos ser aún mejores cada día.
Por último, quisiera compartirles que en días pasados un amigo psicólogo recomendaba hablar de sus experiencias sobre los hechos recientes en grupo (pueden leer el post de Polo aquí ), con amigos, o desconocidos; llorar, desahogarse, y creo yo, que también para reírse y distraerse. Considero que es importante no sólo ahora, sino todos los días, hablar de lo que sentimos, lo que nos angustia, o lo que nos hace feliz.
NOTA: No olviden seguir ayudando a los damnificados durante los siguientes meses, todos podemos poner nuestro granito de arena. Recordemos también que hay mucha gente que necesita apoyo por diferentes circunstancias. Deseo con todo mi ser que no se rompa esta hermandad que se ha generado, y así como se ha mostrado apoyo en estos días, hagamos lo mismo para otras causas.
Hace tres años, cuando comenzamos a trabajar con MAPFRE, la compañía global de seguros, no sospechábamos que tendríamos videoconferencias con sus colaboradores de Costa Rica, Panamá, Honduras y El Salvador para hablar de sus redes sociales.
Con la intención de crear una unidad de comunicación en toda la región Latinoamérica Norte, de la que MAPFRE México es responsable, diseñamos un proyecto de creación -en algunos casos- y gestión de perfiles oficiales en Facebook y Twitter, en donde no sólo hemos publicado información de sus productos, sino que también atendemos a sus seguidores que, con el paso de estos meses, se ha hecho cada vez más sólida.
Hemos aprendido que el idioma español no es igual en todo el continente; además, nos hemos contagiado con el optimismo, las sonrisas y la camaradería de los colaboradores que están más al sur de nuestras oficinas. Por otro lado, esto nos ha demostrado que, si en verdad disfrutas tu trabajo, no existen las fronteras.
La pasión contra el negocio y elcliente contra la creatividad: 3 mapas de posicionamiento sorprendentemente reveladores
En
las agencias, como en la vida, hay de chile, mole y pozole. Personas y equipos
creativos existen de todas formas, colores y sabores. Ni todas las agencias son
para cualquier cliente, ni todos los clientes le convienen a cualquier agencia.
Además
de trabajar en YuJo! Creatividad Aplicada®, hace algunos años que colaboro como
profesor de asignatura en el ITESO. Este semestre me invitaron a dar el curso
Innovación en las Prácticas de Comunicación para un grupo de la Licenciatura en
Comunicación Estratégica y Publicidad, así que una de las primeras actividades
que realizamos fue revisar el panorama de los equipos, estudios y agencias más
destacadas de México.
Para
fines prácticos dividimos aquellos cuyo trabajo nos pareció más interesante de
acuerdo a su ciudad de origen (México, Guadalajara y Monterrey). Algunas son
agencias publicitarias tradicionales, otros son estudios especializados en
identidad de marca, también hay equipos dedicados al diseño industrial e
incluso freelancers.
Después
de conocer muestras del trabajo de cada uno, el grupo votó y discutió hasta
ubicar a cada actor en un lugar de 3 mapas de posicionamiento que permiten
comparar perfiles y llegar a interesantes conclusiones.
Por
obvias razones el ejercicio tiene un fuerte énfasis en Guadalajara y de ninguna
manera pretende abarcar a todos quienes hacen trabajo de calidad (se quedaron
fuera equipos como YY de Chihuahua, ilustradores como Mr. Kone en la Ciudad de
México y GolpeAvisa en Cancún; exponentes del diseño industrial como Cadena y
Asociados, Héctor Hesrawe, Emiliano Godoy y tantas otras personas, que fue
necesario quedarnos con los más mencionados).
1 Pasión VS Negocio / Joven VS Vieja
A
algunos equipos los mueve la pasión y a otros el negocio. Veamos
cómo se agrupan unos y otros si cruzamos este criterio con la edad:
Entre los actores más mencionados de
Guadalajara, encontramos más equipos jóvenes que viejos. Esto puede estar
relacionado con la edad promedio del grupo (21 años), o bien podría indicar que
son pocos los equipos que trabajan en estas industrias creativas que sobreviven
al paso del tiempo.
Los actores jóvenes parecen estar
más impulsados por la pasión, mientras que los viejos parecerían moverse a
partir del negocio. Es importante mencionar que el grupo identificó algunos
actores viejos orientados al negocio que nacieron de la pasión por la
profesión, pero se infiere que en algún momento se vieron obligados a ajustar
su estrategia.
2 Especializada VS General / Cliente
VS Creatividad
Hay
equipos que toman proyectos de varias disciplinas, otros sólo se dedican a una
actividad. Algunos
actores viven para los festivales y los premios, mientras que otros apuestan por
la satisfacción del cliente:
Prácticamente no hay equipos que
privilegien la creatividad y que trabajen para complacer al cliente. Parecería que a mayor
grado de especialización, se encuentra más libertad creativa. La gran mayoría
de los equipos en esta categoría son pequeños (entre 1 y 10 personas).
Muchos actores con un enfoque general
tienen una orientación al negocio.
8 de las 9 de organizaciones que el grupo identificó como orientas al
negocio tienen un enfoque general, lo que podría interpretarse como una clara
apertura a ‘todos los proyectos de cualquier cliente’.
3 Global VS Local / Análoga VS
Digital
Algunos
equipos atienden a clientes globales de alcance nacional mientras que otros se
quedan con los locales. La comunicación digital ha
tomado un papel preponderante, pero pocos de nuestros servicios aprovechan las
oportunidades que ésta presenta:
A pesar ser el cuadrante con más
oportunidades, hay muy pocos equipos de alcance global genuinamente digitales. Muchos de los actores
siguen trabajando con los clientes que alcanzan a ver desde la ventana y la
mayoría seguimos sin entender por completo cómo capitalizar la digitalización
que el mercado ya vive.
Hay suficientes equipos locales con
énfasis en lo análogo. Una opción es elevar la calidad del trabajo hasta volverlo
valioso a nivel global. Otra es moverse hacia lo digital. Se habla mucho de lo
canibalizados que se han vuelto los pitches,
la razón podría ser que somos demasiados peleándonos el mismo pedazo del
pastel.
Finalmente
Sería
interesante conocer datos como la rentabilidad de cada tipo de organización, el
grado de satisfacción de sus colaboradores y la flexibilidad de cada una para
adaptarse al cambio.
Al
final de cuentas, el posicionamiento de cada actor es una interpretación que el
grupo del curso que imparto hizo a partir de la información disponible y el
resultado no es conclusivo, pero permite identificar algunas tendencias e
imaginar cómo moldear nuestro trabajo en función de lo que más nos motiva.
Desde
mi perspectiva no es mejor un equipo grande que uno pequeño; un cliente
trasnacional que el cliente que está naciendo; especializarse o mantenerse
general. En mi opinión hay clientes para cada tipo de organización, cada equipo
debe perfilarse de acuerdo a sus propias aspiraciones y lo que cada uno
considera que será más útil en el futuro.
El ejercicio puede continuarse
con nuevos mapas de posicionamiento y tantos otros actores que en esta ocasión
no fueron considerados. ¿Ustedes qué otros criterios usarían para refinar esta
clasificación?, ¿qué otros actores incluirían?, ¿qué tipo de organización
buscan ser?
Iba manejando de Nuevo Vallarta a Puerto Vallarta, Cristóbal Gutiérrez (aka X2-ball) estaba por ser “bautismado”, cuando los astros determinaron que iría al Austin City Limits.
Al llevarse a cabo en las mismas fechas que el Corona Capital, y para evitar malinterpretaciones (o como dicen en Austin: misinterprets), no haré juicios de valor, sólo diré algunas cosas que me llaman la atención:
Es impresionante lo bien que funcionan los shuttles gratuitos, no es un dolor de cabeza llegar o irse del festival.
Además de las cervezas comerciales de siempre, había una carpa gigante que vendía una amplia variedad de cervezas de barril artesanales.
Por suerte llovió en la madrugada. Aún así, se hicieron grandes charcos, que por alguna extraña razón nadie encontró divertidos.