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12 octubre, 2017 - No Comments!

Por favor y gracias | Bomberazo No.2

Full disclosure: es la segunda vez que me toca escribir en el blog y la segunda vez que lo olvido y tengo que sacar el bombero al último instante.

Creo que realmente esto de elegir un tema para escribir algo me agobia un poco, y esto de dejarlo al final hace que instintivamente el tema surja como por instinto.

La nota anterior les hablé de la música que he estado escuchando mucho últimamente, y pues me parece que en esta ocasión seguiré por el mismo rumbo y hablaré de algo que ocupa mi tiempo libre igual que la música: libros.

Les voy a platicar acerca de los libros que he estado leyendo a últimas fechas:

1. El universo en tu mano, Christophe Galfard. Editado por Blackie Books.

Este libro está in-cre-í-ble. Dentro de mí habita un gran ñoño, que está fascinado los últimos años con la física —tan fascinado como puedo estar con algo que es extremadamente complejo y difícil de entender— y este libro es como una introducción muy básica a las partes esenciales de la física y lo que compone y hace funcionar a nuestra realidad y universo. Está escrito de manera muy pedagógica, divertida y con ejemplos muy fáciles de entender, por Christophe Galfard, quien aparentemente ha sido compañero de investigación de Stephen Hawking.

2. Robert Oppenheimer: A Life Inside the Center, por Ray Monk. Editado por Doubleday.

Más ñoñería. Esta es una biografía sobre el físico americano de origen judío Robert Oppenheimer. Estaba muy loco. Estaba muy acomplejado. Fue parte del Proyecto Manhattan que permitió la creación de la bomba nuclear. El buen Robert fue parte central de este estudio en el cual participó con muchísima investigación y mucho, mucho trabajo. Muy interesante —y triste— su vida. Te permite observar cómo la necesidad de aceptación y los complejos también pueden servir como motor de superación. Aunque quizás no lleguen a un puerto demasiado bueno los resultados, si nos basamos en el ejemplo de él propiamente.

3. Ultraviolencia, Miguel Noguera. Editado por Blackie Books.

Este aún lo sigo leyendo. Desde su formato, el libro me encantó. Aunque para ser totalmente franco, desde el título me atrapó sin tener idea del formato o contenidos. No sé cuál sería la forma más certera de describirlo no es un cómic, no es una novela gráfica, no es un libro ilustrado— lo que sí es: una serie de ideas, conceptos o compilación de mamarrachadas, la gran mayoría acompañadas de un pequeño garabato ilustrativo. Parece que alguien de mis amigos cercanos se dio a la tarea de compilar las tonterías de las que hablamos ya happys o un poquito pachecos. Es absurdo tras absurdo. Hasta que las cosas son tan absurdas que logras encontrar algo profundo y significativo en ellas. ¿Eso tiene sentido?

Este libro lo he estado leyendo usualmente en las noches antes de ir a la cama y es una gran manera de irse a dormir feliz. Establece ideas tan, pero tan ridículas, y aparentemente imposibles e ilógicas, que me han sacado en más de una ocasión carcajadas enormes.

4. Modern Romance, Aziz Anzari. Editado por Penguin.

Empecemos por decir que de tantos y tantos comediantes que he idolatrado a lo largo de mi vida (saludos, Tina Fey <3, Louis C.K., Jerry Seinfeld, Richard Pryor, Will Ferrell, George Carlin, etc.) es el único del que he leído un libro (si exceptuamos el que leí de Woody Allen, porque pues quién sabe qué tan comediante sea o no). Este muchacho Aziz, desde Parks & Recreation ya me botaba de risa, sus stand-ups, aunque un poco muy gringotes, también me daban risa, pero con Master of None me ha hablado directamente como muchos otros no lo habían hecho. Tan así fue, que después de la magistral última temporada *sigh Franchesca* no tuve otra alternativa que comprar este libro de inmediato. Con su estilo desenfadado y millennial, pero sobre todo con su claridad de criterio y mordaz crítica, hace un análisis del siempre presente romance en nuestras vidas, todo a través del mundo cínico, digital e inmediato que hemos construido para nuestra generación. Aún voy a medias, pero sí lo recomiendo.

Es todo, nos leemos a la próxima entrega en donde seguramente les hablaré sobre las pelis que he visto recientemente a falta de que se me ocurra otra cosa y prevenga mi turno para escribir.

¡Ah, como post data y antes que lo olvide! Cualquier cosa que compren de Blackie Books es una garantía. Soy extremadamente fan.

 

Beto López

Instagram: tipobe

Facebook: betoloptri

14 diciembre, 2016 - No Comments!

Piña fresca | Pesimismo, por favor

Creo que a todos nos ha pasado tener grandes expectativas acerca de algo. El caso más común que me viene a la mente es cuando esperas una gran película. Estás merodeando por YouTube y te topas con un tráiler y su característica forma de ser presentado, algo así como el stand-up “Little tortilla boy” de Pablo Francisco que, cada que lo escucho, alegra mi vida, te convence de que será la mejor película del año. Tú convences a tus amigos, familia y así, sucesivamente.

Llega el gran día y, durante toda la película, esperas tanto encontrar la emocionante historia que, al salir los créditos, no puedes creer que haya sido una porquería. Me imagino que esto nos ha pasado más de una vez, y no sólo en el cine, sino en cualquier aspecto de nuestras vidas.

Hace tiempo guardé en mi carpeta de Me Gusta en Vimeo un video titulado “The wisdom of pessimism”, sin darle importancia más que al contenido visual, como referencia. Tiempo después lo volví a ver y entendí lo interesante y real que era el tema. A la tercera vez por fin me interesé por el origen de lo que estaba escuchando, y ahí descubrí a Alain de Botton.

 

Alain de Botton nació en Zurich, Suiza en 1969 y ahora reside en Londres, Inglaterra. Es un escritor que se destaca por tener una manera de escribir lírica y personal, que ha colocado a sus libros como bestsellers en 30 países, y también han sido considerados como “filosofía del día a día”.

El pesimismo es el eje de sus textos, y lo plantea como una solución para la felicidad. Una de sus ideas principales habla sobre el control que tienen los medios sobre nosotros, vendiéndonos “felicidad” que llena nuestras mentes de expectativas; mismas que nos llevan a consumir y esperar más cosas que generan más necesidades y sólo nos dejan un vacío que provoca desilusión, porque nunca alcanzamos lo anhelado y nos convence que terminará una vez que tengamos en nuestras manos otras cosas "increíbles".  Sin embargo, De Bottom nos invita a verlo de diferente manera: ¿acaso la tristeza es algo que deba curarse?, ¿algo que deba desaparecer por completo?

Por éste y muchos otros puntos, recomiendo echarle un vistazo a todo lo que tiene para compartirnos Alain de Botton. Tal vez en una mañana de vacaciones, en tu cama, con chocolate caliente y galletitas de la abuela. Al cabo que es Navidad y son épocas de disfrutar, sonreír y esperar de los demás, y de ti mismo, todo aquello que se supone nos hace felices.

¡Felices fiestas!

 

Andrea Odelap

Instagram: @andreaodelap

Vimeo: @andreaodelap 

P.D. Yo espero que alguien me regale alguno de sus libros, el que quiera, sin compromiso. ☺

15 junio, 2016 - No Comments!

Especialidad, broder | Consejos compas

Supongamos que entras a una librería, en donde miles de libros sobre los estantes reclaman tu atención. Sin embargo, hay un título que destaca por su sobriedad en un mar de portadas llamativas: Damn Good Advice (for people with talent).

En ese título encontramos muchas palabras que levantarían la sospecha de cualquiera. Sin embargo, si se va acompañado de Yuca, diría algo así como “¡Ándale, wey!”, y terminarás por leer el libro. Por este motivo, me gustaría compartirles algunos de los puntos que más me llamaron la atención de esta lectura.

George Lois

Se podría decir que Lois es un tipo que nos incita a no seguir las reglas. Persigue ardientemente sus ideas, que muchas de las veces se anteponen a lo establecido. Su trabajo nace del instinto, siempre en búsqueda de lo que denomina “la gran idea”, o colocar las virtudes de un producto en el corazón y cerebro del observador. Aunque puedan haber ciertos paralelismos, odia cualquier comparación con Don Draper, particularmente en el aspecto físico: dice que él está más guapo.

imagen tomada de adcglobal.org

Lo estuvo. Quizá.

Una buena creatividad comunica en un nanosegundo

No es ningún secreto que una idea simple y memorable es el primer paso para una excelente publicidad. Sin embargo, basta salir a la calle y observar algún espectacular para darnos cuenta de que este principio es la excepción y no la norma. Alguna vez había escuchado que si no puedes explicar tu idea en menos de 5 minutos, lo que se tiene es un buen verbo que servirá con algunos clientes, pero que definitivamente no garantiza un lugar en eso que llamamos buena publicidad.

No escuchar música cuando se busca la gran idea

Escuchar música durante el trabajo es una buena prestación laboral —específicamente cuando se hace una tarea rutinaria que no requiere mayor atención—. Sin embargo, según Lois, se puede convertir en un obstáculo a la hora de estar en búsqueda de la gran idea, ya que tu canción favorita te puede abrazar y llevar a otros lugares en los que probablemente no deberías estar.

Buscar inspiración

El trabajo creativo requiere hacer uso de cualquier elemento visto, leído o escuchado, por lo que se hace imperativo estar en una fase continua de asombro y apertura hacia aquellas cosas que pueden dar pie a una buena idea. En este caso, el señor Lois nos recomienda asistir al museo local en búsqueda de inspiración. Esto viene de un neoyorkino que puede ir al Museo Metropolitano religiosamente cada domingo. ¿Alguien sabe qué están exponiendo en el MAZ?

Estar ahí

Las oportunidades aparecen cuando menos se esperan, y se debe estar en el lugar y momento correcto para tomarlas. Es así como Lois nos narra cuando Quaker Oats, establecida en Chicago y que contaba con la regla de trabajar con locales, lo contactó para ser su nueva agencia. Al recibir la llamada en la que se les informaba que no serían elegidos por la distancia, Lois y sus socios tomaron el primer avión a Chicago y llegaron justo cuando los directivos regresaban de comer. Así, Lois les demostró que los 1,300 kilómetros no eran un obstáculo, y que se debe hacer que las cosas ocurran e impresionar a los clientes no sólo con el trabajo, sino también con la actitud.

Encontrar a el/la adecuada

Encontrar a la persona ideal puede ser una idea relegada a los guiones de Hollywood. Quien haya estado en una relación, friendzoneado o cualquier estado sentimental, sabe que el amor es un tema que debe tratarse con un traje a prueba de radioactividad. Sin embargo, Lois nos cuenta que desde que vio a su esposa Rosemary, supo que había encontrado su fuente de inspiración en la vida y su trabajo. Si alguien conoce a una chica que aún crea en esas cosas, sean amables y pásenme su Tinder.

Chillax

Quizá esto parezca un consejo impreso y reimpreso en un libro de superación personal, pero Lois nos recomienda trabajar con pasión y una sonrisa en el rostro. Particularmente en la industria creativa, en donde las cosas deben fluir con el mínimo de ansiedad. Para Lois, aunque a veces las circunstancias no sean las más favorables, aún se puede decidir qué clase de trabajo quiere uno hacer —"nadie te puede detener de llegar a tu felicidad".

Dar consejos en el terreno creativo puede levantar suspicacias y, como cualquier otro libro, la experiencia y el momento de la vida de cada uno decidirá qué cosas tomar y qué dejar en el camino.

Si se llegan a encontrar este volumen, vale la pena revisar la cartera, y si el presupuesto lo permite, pasar a la caja a pagarlo. O si adoptamos la actitud de George Lois, lo guardamos discretamente bajo el brazo y nos dirigimos rumbo a la salida con la esperanza de que el detector no suene.

Ustedes deciden.

George Lois

Damn Good Advice (for people with talent!)

Phaidon, 2012

Gustavo “Bebocho” Ramírez

gustavo@yujo.com.mx

16 marzo, 2016 - No Comments!

Se parece tanto al amor | Paren la masacre

¿Te meten a la cárcel por salir sin cultura? Probá salir sin ropa.

Susanita

 

 

Empiezo esta entrada con las palabras de Susanita porque, en el fondo, me gustaría que sí hubiera algún tipo de castigo. Enseguida explico de qué hablo.

Estudié durante cinco años (seis, oficialmente) una licenciatura en letras y, en sus mismas aulas, me metieron en la cabeza que la formación educativa más importante es la básica —no hay tiempo para discutir si lo decían para lavarse las manos del maestro mediocre ocasional en la carrera.

Es decir, si en la primaria tuviste a un profesor que prefería fumar mariguana mientras le veía las nalgas a la de intendencia a enseñarte por qué diablos hay una diferencia entre "porque", "por qué" y "porqué", el resto de tu vida está destinada a ser un fracaso tras otro cada vez que intentes escribir un correo electrónico en donde le compartes a un cliente por qué tu presupuesto no puede ajustarse al tipo de cambio de hace 13 años.

Será que me gusta leer, pues, y por eso le pongo tanta maldita importancia a un conjunto de signos y puntitos esparcidos en una hoja en blanco, que aunque sea en medio digital no quiere decir que podemos obviar ciertos errores, al fin y al cabo que "somos compas".

Sé que tenemos una vida que nos demanda algo mucho más importante que la buena ortografía o gramática. No tienen que venir a decirme que la lectura no hace mejor persona a nadie: lo sé y lo digo sin tapujos. La lengua es maleable, viva, se retuerce y, una vez que vive en la boca de alguien, cambiará para siempre sin importar cuántos diccionarios queramos construir para tratar de entenderla: ella va dos pasos más adelante.

De cualquier forma, tener la mente abierta no te prepara para trabajar en atención al cliente en medios digitales y leer menciones o mensajes privados que, por todos los santos, debes releer hasta que tu cerebro hace las conexiones neuronales necesarias para replicar lo que estaba pensando el remitente al presionar de manera aleatoria las letras de un teclado.

Entonces haces una clasificación de mensajes según su nivel de dificultad de lectura, no basada en lo que podemos encontrar en un libro de texto, sino en la curva que creamos con lo que la gente envía a las redes sociales.

 

Por ejemplo, la vida es sencilla con los que tienen estas ligeras pifias:

Ola ke ase, viviendo sin precaución o ke ase.

 

Pero luego lees esto, y te da un microinfarto de señora copetona:

maestra

Ahí está tu maestra de primaria, la que era muy buena para la tanda pero muy torpe para encontrar el predicado en una oración.

 

Hay un momento en que piensas que ya todo se trata de una broma y sólo es por joder poquito:

horrible

Ni ganas te dan de atender su apuro, nomás para ver si así se le ocurre revisar, no su ortografía, sino toda su vida.

 

Sin embargo, nada puede prepararte para el dolor de cabeza que fue abrir un mensaje con la siguiente combinación de caracteres:

peor

peor2

Alan Turing habrá sido un genio y lo que quieran, pero le hizo falta inventar un código para saber si quien escribe está sufriendo un derrame y en realidad intenta pedir ayuda, no contratar un seguro. Nos tomó cerca de una hora descifrarlo. Aída, Tito, Gus y yo le dimos todas las vueltas posibles hasta que entendimos:

  1. La persona en cuestión está más allá del bien y del mal.
  2. Las palabras están hechas para partirse, incluso si no tienen sentido hasta la quinta relectura.
  3. "Picet"  podría o no ser checo de pick-up. Ya sabe: una camioneta con caja de carga descubierta.
  4. No sabemos qué significa el "mapa" de "mapafiado", pero hablaba de una camioneta que todavía estaba pagándose a plazos.
  5. No hay temor de dios.

¿Creen que es complicado atender menciones en Facebook o Twitter por la cantidad? No, no, no. Lo cabrón es entender qué dicen, por qué lo dicen y qué piensan lograr con eso. Así que, si no van a agarrar un libro y enmendar sus arremedos de escritura sólo por decencia, al menos háganlo para que el CM que los atiende comprenda rápidamente lo que quieren y así su problema se resuelva antes de que se graben que "ha" es un verbo auxiliar y no la interjección "ah" que podría escribirse en la frase "¡Ah, cabrón! No le entiendo ni madres a este mensaje".

Finalmente: sí, el lenguaje es un ser vivo. No lo masacren, carajo.

 

Abril Ambriz Posas

Tumblr: ladyprovolone.tumblr.com

Twitter: @ladyprovlone

Instagram: ladyprovolone

 

3 septiembre, 2014 - No Comments!

Stay chido!

Consejos para tu pequeña biblioteca

¿Cuáles, cómo y cuándo comprar libros?

Sabemos que los libros de literatura, diseño, arquitectura, arte, cine, moda y demás son muy caros, sin embargo es bueno invertir en ellos siempre que se pueda y así ir creando tu biblioteca personal.

Aquí unos consejos para armar tu bookshelf de manera inteligente.

1 - Enfoca tus intereses. Es bueno hacer un wish list y separar por categorías entre aquellos que son de gusto, entretenimiento o de consulta, teoría o conocimiento. Una vez separados, elige los que más vayas usar y leer.

2 - Investiga y busca por autor, editorial y año en que se publicó. Amazon.com es una buena referencia y herramienta de búsqueda, incluso por ISBN, casa editorial, precio, número de edición, similares, etc.

3 - Sé honesto contigo mismo y valora si leerás o no y en cuánto tiempo estimas hacerlo. No compres libros que no leerás y que sólo estarán guardados.

4 - Dona, intercambia o vende aquellos que ya no sean de tu interés.

5 - Si es usado, fíjate que esté en buen estado.

6 - Siempre es bueno darle prioridad a:

a) Comprar libros de autores que no tengas.

b) Precios bajos - rebajas - descuentos.

c) Ediciones especiales.

d) Libro que por fin encuentras.

7 - Compra en temporadas en las que hay free shipping internacional. Muchas editoriales y sitios de venta de libros tienen redes sociales en las que avisan cuándo será, e incluso utilizan códigos para aplicar descuentos. De no haber un mejor precio para el envío, invita a amigos o familiares a comprar al mismo tiempo para dividir los costos.

Print isn’t dead.

 Invitados: Sacapuntas Lego / Hot Dog YumYum.

 

Tito

Instagram: titorama

Tumblr: brandingdong.tumblr.com


Ideas que cambian la vida S.C.
Tilma 249 Chapalita 45040
Guadalajara, Mexico
+52 (33) 31216000


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