“Defiende tu punto de vista” es la frase que me ha regido desde que tengo uso de razón. Como buen abogado, mi papá nos inculcó siempre, a mi hermana y a mí, que nos aferráramos a nuestras creencias, y que poco importaba lo que nos dijeran los demás. Con fundamentos, respeto y educación, siempre debíamos defender nuestro punto de vista.
(Yuca: Por el bien común, ya no es necesario que continúes leyendo.)
Los años pasaron y ahora me pide que me siente con él a escuchar a David Bowie, "Sweet Home Alabama" de Lynyrd Skynyrd, o los eternos conciertos de Peter Gabriel para que, según él, escuche buena música, no como ese reguetón que tanto defiendo… Estoy segura que ahora se arrepiente de haber hecho tanto énfasis en esa parte de mi educación, já.
Ya que lo mencioné: paren ya por favor todo el hate a este género musical. En verdad, qué disgusto sólo recibir como respuesta una mueca de repugnancia cada que digo que sí me gusta el reguetón. ¡DÍMELO PAPI!
Ojo, amigos, mi objetivo está lejos de tratar de convencerlos de que amen perdidamente a Nicky Jam o que se bajen la discografía completa de Daddy Yankee. Sé que a la gente puede no gustarle, y lo entiendo y respeto profundamente. Lo que sí me cuesta entender es ¿por qué la aversión?, ¿por qué el reguetón es objeto de nuestro odio?
Lo que sí quiero hacer, es darles la opinión —que no pidieron— sobre por qué el reguetón no es lo peor que hay en el planeta, por qué lo considero sensacional y por qué me gusta bailar cuando suena el dembow.
Primero, lo primero: brevísimo marco histórico y social. El reguetón nació por ahí de los 90 en las calles más marginadas de Puerto Rico y Panamá. Los jóvenes de esos barrios comenzaron a hacer música clandestina en donde hablaban de su día a día. ¿Qué era eso? Sexo, drogas, violencia, y la importancia del dinero. No busco justificar nada, pero creo que es importante tener en mente cómo nació y por qué es como es. ¿No les parece que es normal que los jóvenes busquen expresarse y manifestar la realidad que viven?
La razón más frecuente que me da la gente cuando les pregunto que por qué no les gusta el reguetón, es “porque sólo habla de sexo y es muy machista y misógino”, aunque apenas conozcan tres canciones. Esto es una de las cosas que más me desesperan, porque tenemos escuchando estas letras que “violentan a la mujer” menos de 30 años, y la falta de equidad la arrastramos desde que el mundo es mundo. Si me preguntan a mí, el machismo está en las horribles actitudes y costumbres tan arraigadas que tenemos y que ni nos cuestionamos, en un “Por eso las violan”, “Legalicen a las de 16” o en agachar la cabeza cada que vemos o somos parte de un abuso, y no en una canción de tres minutos y medio. I rest my case.
Sí, hay letras, videoclips y artes en discos que denigran a la mujer que no apruebo y me molestan, y sí, creo que no necesariamente nos ayudan a encontrar la equidad de género que tanto necesitamos. Pero letras que maltraten a la mujer están presentes en muchísimos otros géneros musicales, no es exclusivo del reguetón. Hasta me atrevo a decir que, del acto sexual, sí hablan todos.
Rocío Durcal pide que le inviten un café y luego le hagan el amor; Armando Manzanero quiere repetir el cansancio que le hicieron sentir; Nine Inch Nails quiere fuck you like an animal; The Beatles quieren hacerlo en la carretera; Kanye West quiere salsa agridulce para no puedo imaginarme qué… hasta The Rolling Stones quieren invitarte a pasar la noche juntos, y ni nos acerquemos al hip-hop. Ah, pero no sea que cualquier reguetonero diga que le quiere dar duro a su jeva porque todos levantan las cejas, y el Manual de Carreño les queda corto.
Para aquellos que dicen que es muy vulgar y misógino, les hice un pequeña y rápida selección de canciones que (ya sé que no van a escuchar, pero papelito habla) no hablan de sexo más que cualquiera otra. Y si lo hace, es completamente consensuado porque
Por ahí del 2015, entré en el mundo del reguetón y desde entonces le pongo atención a las letras, y tengo que decirles que, en su gran mayoría, no es que nos devalúen como mujeres, sino que al reguetón no le da miedo ser lo prohibido y decir las cosas como son. (Puritanos, por favor no se escandalicen). Sí, somos seres sexuados, y sí, todos lo disfrutamos. Es un género para la fiesta, con letras despreocupadas y simples que tienden a la sensualidad, y yo no le veo nada malo a que tanto hombres como mujeres nos empoderemos de nuestro cuerpo y bailemos. Solos, o con nuestra pareja, o amigos. Si no te sientes cómodo perreándole a alguien, flash news!: NO ES NECESARIO QUE LO HAGAS.
Para mí eso es lo bonito de este género, le está dando la vuelta al mundo y haciendo que personas de todas las clases sociales muevan sus caderitas, y (echándole flores de más) hasta creo que apoya la demolición de códigos morales obsoletos, y abraza la libertad y la diversidad de las personas.
Si ya tocamos el tema del feminismo, la escena musical del reguetón tampoco se queda atrás. Las mujeres están abriéndose camino y tomado los espacios que antes estaban ocupados sólo por hombres. Un ejemplo, es Becky G y la canción "Mayores". Dejando de lado que es una canción obscena, y que el reguetón no apoya estereotipos sociales ni convencionalismos, también puedo ver a una mujer empoderada capaz de decidir qué quiere y cómo. ¡Hola, emancipación femenina; adiós, invisibilidad de la mujer!
Como ya les decía, si no les gusta el reguetón, está perfecto. Si todo lo que acaban de leer les parecen justificaciones de tres pesos, también está bien. Son gustos, a mí no me late el metal y no pasa nada. Pero que no les guste en serio, no porque es lo "intelectualmente aceptado". Si genuinamente creen que va en contra de las buenas costumbres o porque no tiene las melodías más complejas o las letras les molestan, también está bien. Pero si nos jactamos de ser tan conocedores, cultos e íntegros, seamos coherentes y respetemos todos los géneros musicales.
Lector, si llegaste hasta aquí, muchas gracias por tu tiempo y lectura.
Y si necesitas reguetón, dale.
Rocío Valdez
Instagram: @rocio.vv