Todos tienen una opinión sobre publicidad, sobre cómo llevar una agencia, sobre los clientes y sobre la vida. Yo también, pero con kilos de más.
De ahora en adelante, escribiré de lo que más me gusta hacer con lo que más hago: comer y publicidad (o publicidad y comer).
Sin más introducciones, presento la primera entrada oficial de XL:
5 spots de comida que recomiendo
Ya sea por la ejecución o el concepto, seleccioné estos 5 anuncios enfocados en la comida que van desde lo majestuoso hasta lo bizarro **.
Lürpak
La mantequilla que siempre te hace creer que no ganas lo suficiente, también tiene unos spots increíbles: locución impecable, música, fotografía impresionante y un eslogan perfecto.
Nutella
Brief:
Que sólo se vea gente consumiendo.
Que la locución únicamente hable de productos con los que combinen.
Desayuno.
Y que esté chingón.
Snickers
Estuvo en Cannes, no sé si ganó o perdió.
Es un gran concepto con una ejecución muy bien lograda.
Y con Machete y con Steve Buscemi.
Burger King
De la guerra frontal con McDonald's, este épico trolleo.
Calladón de hocico, broder.
Pizza-La
Súper, súper divertido y pegajoso. Me parece chingonsísimo cómo está personificado cada ingrediente. Encuentren al pequeño Hitler.
Después de varias semanas sin escribir, me daré el gustito de compartirles un video que combina un trío de cosas que son “Mi Pasión” (Para los que vieron el videoLos Reyes del Afteres con el tonito de “Me latió”).
La primera: la ilustración.
La segunda: diseño japonés (aunque no entienda lo que dice).
La tercera: el diseño de moda.
Así que espero que les guste y los ponga de buenas.
Si no te gusta lo que dicen, cambia la conversación
Don Draper
Esa máxima ha sido el eje central y punto de cambio en muchos capítulos de Mad Men. Pero esta entrada no es para hablar (otra vez) de esta serie que usó la publicidad como el pretexto para hablar de toda una época, y, de paso, la condición humana. Hoy vamos a hablar del feminismo en la publicidad, chiquitines.
Seguramente muchos han notado que, de un tiempo a la fecha, estamos permeados de discurso feminista. Lo vemos en artículos que hablan de Mad Max: Fury Road; en programas de lecturas enfocados a libros escritos por mujeres; en mesas de discusión en las que se habla de oportunidades de trabajo y diferencias de sueldos entre hombres y mujeres; en leyes que hablan del aborto como derecho o el acoso sexual como delito; y, sobre todo, en columnas de opinión que van desde el desfartunado "yo no necesito al feminismo" a otras que nos recuerdan que los derechos ganados para unas no son los aplicados para todas.
Y también, hay feminismo en las marcas.
Por ahí en mi Newsfeed, alguien dijo que si un tema ya está en la publicidad que nos rodea, es porque ya perdió vigencia. Negar que estamos en medio de un auge renovado del tema de los derechos de la mujer (mujer de nacimiento o mujer por decisión) es fingir que vivimos debajo de una roca, porque más de uno -metido en publicidad o no- se ha sorprendido cuando se dio cuenta que su marca favorita ya no hablaba sólo de lo bonito que es ser hombre (blanco, heterosexual, de clase media).
Actrices, cantantes, compositoras, escritoras, políticas y, sobre todo personajes de la cultura popular de ahora, son las que comenzaron a cambiar la conversación. Se crean personajes como Skylar, Peggy Olson o Furiosa; series como Girls, Black Orphan o The good wife; hablan famosas como Emma Watson, Taylor Swift o Nicki Minaj; lo mencionan, analizan, promueven y comparten hasta el cansancio sitios como Buzzfeed, The Daily What y 9GAG. Un consejo de la ex Hermionie en Twitter se gana miles de retuits. Una frase de empoderamiento femenino le gana millones de posibles ventas a Swift -que antes era conocida porque tenía muchos novios y era prácticamente un meme-. Una lista de "Las 10 frases más feminista de Beyoncé" se traduce en un número infinito de clicks para cualquier página web. El resultado es éxito inmediato. ¿Por qué una marca no adoptaría este discurso para sus campañas?
Dove ha sido una de las que más lo han explotado. Desde su campaña "Real beauty", lanzada en 2004, ha hecho prints, comerciales y videos que son capaces de arrancar una lágrima o caer en lo cursi. Pero una cosa es cierta: sabe cómo hacerlo. Uno de sus esfuerzos más sencillos, poderosos y menos manipuladores puede ser este:
¿Quién no se puede identificar con este claim?
Luego, más se subieron al tren -como dicen los chavos ahora-, con mensajes aún más fuertes. Para ejemplo, Always, que además creó un hashtag para que más personas aportaran a la conversación:
Lo más impresionante no ha sido que haya otros que quieran sumarse, intención legítima o no -feminista, no de ventas o posicionamiento-, sino que los que eran conocidos por su contenido sexista -"es divertido porque es cierto"- han iniciado un cambio en su actitud, pero sin explicaciones a nadie ni un viaje de autodescubrimiento de por medio.
Hablo, por supuesto, del papá de todos: Axe. Dejó su larga reputación de loción atrapa-chicas que tiene desde los años 90 -Aída no sabe de qué hablo, porque apenas abría sus ojos en esa década- para ser un promotor del MAKE LOVE, NOT WAR:
Con agradecimiento especial al creativo que le dio el toque final y evitó que se interpretara como "Los que no cogen son los que hacen las guerras".
También Vicky Form, una marca de lencería que cuando la revista Eres fue relevante tuvo anuncios que decían "Paradas continuas" junto a la imagen de las nalgas de una mujer -asumo- que vestía unas pequeñísimas pantaletas blancas. El año pasado, en redes sociales nos encontramos con esto:
Si no quieren darse un encontronazo con la realidad, no visiten su Facebook, porque ya no hay rastro de este esfuerzo.
Finalmente, también Tecate dejó de jugar (al menos durante un instante, pues) a que las mujeres son buffet y se puso a pensar en una buena campaña en donde pueden hablar de futbol SIN tener que ser condescendientes con las féminas:
Podemos poner en duda las verdaderas intenciones detrás de cada marca. Señalar con el dedo y admitir que muchas de ellas son sólo un cambio superficial de conversación, no uno de raíz en sus lugares de trabajo. Habrá que investigar si en Unilever el trato es igualitario, si Cuauhtémoc-Moctezuma se preocupa por evitar prácticas sexistas en sus plantas o si en Vicky Form respetan a todos sus clientes, incluso si no son modelos de revista que quieren jugar a "las manos calientes".
Pero no se trata de eso. ¿El feminismo es un tren del mame al que todos quieren subirse? ¡Por favor: adelante! Si hay uno en donde debe haber asientos para todos, que éste sea el primero, porque aunque en principio haya gente que no sepa bien de qué se habla, al menos ya es parte del vocabulario de los que antes veíamos los derechos de las mujeres como un capricho alimentado por el síndrome premenstrual.
¿Qué manera más masiva y absoluta de esparcir un tema que debe profundizarse? Si no es con la publicidad, no sé con cuál otra.
Celebro que el comentario aquel de que si un tema ya está en la publicidad que nos rodea, es porque ya perdió vigencia sea una maldita falacia.
Claro está que, por la edad que tenía, nunca la leí (haha) y la saco a colación porque el título de aquella revista me inspiró extrañamente a escribir este artículo.
¿A quién no le habría gustado llevar una clase en donde te enseñaran ver?, y más ahora, que hay una sobresaturación de imágenes en todos los medios posibles; como quien dice, nuestros ojos están borrachos de tanta imagen que marea, asquea, confunde y pocas veces te invita a pensar.
Bar
“Bajita la mano”, detrás de una pantalla quizá podríamos ver hasta 50 imágenes por minuto, y eso sin contar las palabras que leemos y el resto de los medios que usualmente atendemos.
“Híjoles”, ¿cuántos de nosotros ya estaríamos en las últimas de tanta borrachera? Es más, ni un centro de rehabilitación nos habría salvado, y es que todo esto se va a la cabeza en donde se almacena nuestro bagaje cultural que, sin duda alguna, afecta e influye nuestra manera de comunicarnos con nosotros mismos y con los demás.
Como en una borrachera sin control, uno termina vomitando estupideces provocadas por la congestión visual. Lo malo es que tiende a replicarse y contagiarse, sobre todo, haciendo mal uso de las imágenes a nivel profesional. Esto sucede muy a menudo en rubros de la creatividad, publicidad y diseño; en específico, imágenes con mensajes que no se leen, que no se entienden, que son rebuscados, que copiaron, entre muchos otros.
Cruda
Como bien saben, es lo peor. Un tiempo después viene la culpa de haber hecho aquella atrocidad, llámese campaña publicitaria, identidad de marca, diseño de empaque, brochure, catálogo, etcétera.
Sin embargo, ser consciente de ello al menos ya es un paso para mejorar.
Torta ahogada + Alka Setlzer
Pero para todo hay una solución que se resume en FILTRAR las imágenes, según nuestras necesidades; esto nos ayudará a educar al ojo. Aquí unas cuantas buenas prácticas, después de todo, en el proceso creativo la búsqueda de referencias nos ayuda a conectar puntos y encontrar inspiración para desarrollar nuevas ideas, así evitaremos la cruda mental creativa y fomentamos el buen taco de ojo:
- Palabras clave: organizar, administrar y categorizar la información. Es una buena práctica, pues ayudará a tener muchos inputs que nos pueden servir para diferentes proyectos y momentos.
- Identifiquen las páginas y guárdenlas en sus tabs, usando tags y dejando una pequeña reseña. Usen una buena app como delicious.com o las bookmarks del navegador que prefieran.
- Se vale estar en todos los bandos: Fast Co Design, Dribbble, The New Yorker, Instagram, Tumblr, Pinterest, Getty Images, Google Images; no importa de dónde venga, toda fuente puede contener referencias que detonen la creatividad.
- Utilicen programas cómo iPhoto para administrar sus diferentes carpetas e ir almacenando sus referencias, o bien utilicen apps o plataformas como Pinterest.com o Tumblr.compara tener en línea sus boards.
- Sean tan específicos como puedan en los nombres que dan por carpeta, por ejemplo: Kids ADS / Art direction / Stationery (papelería) / Food & Kitchen / Layout / Tipografía / Texturas / Wishlist, etcétera. Entre más específicos, más rápido los podrán encontrar cuando las necesiten.
-Fomenten el pequeño fotógrafo que llevamos dentro. Por cada selfie trata de tomar 3 fotos de texturas, gestos, combinaciones de colores, errores, algo chistoso, o simplemente todo aquello que capte tu atención y que sea parte de la vida diaria.
- Seleccionen y guarden únicamente aquellas imágenes y fotos que realmente —por su mensaje, feeling, composición, entre otras— comuniquen algo. Piensen en esto: gran parte del éxito de una buena comunicación se ve reflejado en la capacidad que tenemos para escuchar, entender y descifrar mensajes, sólo así ya podremos recrear nuevas formas de comunicarnos. Así que evitemos todo aquello que sea copia o que esté vacío.