Archives for noviembre 2017

29 noviembre, 2017 - No Comments!

Somos buenas ondas | Ideas VS Ppt

He tenido la oportunidad de trabajar en, para y con otras agencias y clientes de diferentes tamaños, desde el que manda a su asistente a ver que todo esté listo antes de llegar y así no perder ni un minuto en ver que conecten los cables, hasta el que te cita en un café porque aún no tiene oficina.

Los dos extremos me gustan, me parecen importantes y con retos distintos (empezando por los sistemas de facturación), y los dos nos contratan por algo en específico: Creatividad Aplicada.

Cuando trabajaba en una agencia mediana, siempre cuestionaba la importancia de la creatividad en su modelo de negocio, y después de varias presentaciones en las que pasaba el 70% del tiempo callado y asintiendo con la cabeza, el 10% contando chistes para romper el hielo y el 20% hablando de las ideas, me di cuenta que ahí estaba la respuesta: las presentaciones.

Más o menos 150 slides, empezando por la danza de la seducción del pavorreal para presentar a la agencia y después explicar con detalle quirúrgico quién es el target, hábitos, estudios de mercado, interpretaciones, porcentajes, ejemplos, inversiones: un preámbulo más largo que cualquier canción de progresivo para llegar a lo que estaban pagando.

Presentar una idea es algo emocionante, es el plato principal de cualquier cena y debe ser tratado como tal. Si llenamos al comensal con pan, mantequilla y cacahuates, cuando le sirvamos el filete a lo mejor sólo se come un bocado.

Soy hater de muchas cosas: los tamales, el emprendimiento sin sentido, la trova, la superación personal, los mocasines, The Killers, U2, Selena y, sobre todo, el choro mareador.

Las presentaciones deben ser plataformas para vender una idea, sin distracciones, sin pan con mantequilla ni zanahorias en zigzag.

Porque nos contratan para darles buenas ideas, no para darles razones para contratarnos.

Hice un bonito dibujo de una presentación promedio:

 

Yuca Ávila

Twitter: @yucaavila

Instagram: @yucaavila

24 noviembre, 2017 - No Comments!

Instantáneas | Enduro en Dockers™

Me gustan los Dockers™. Todas las personas que me conocen lo saben.  Pero también me gustan las motos y ni las personas que mejor me conocen lo sabían hasta hace poco.    

Me gusta usar khakis y fajarme la camisa porque así me vestía mi mamá y de niño aprendí que vestir así era buena idea. Me gustan las motos, pero a diferencia de los pantalones casuales, nunca busqué una porque de niño aprendí que eran peligrosas.   

Hoy sigo pensando que los Dockers™ son cómodos y que las motos son peligrosas, pero hace tiempo decidí que aunque a Yuca no le gustaran, usaría kakhis y que aunque a mi mamá no le gustaran, compraría una moto. Si antes mi felicidad al usar kakhis era superlativa, ahora que además ando en moto, me siento más pleno que nunca.

¿Cómo se ve un tipo que siempre está fajado arriba de una moto ruidosa hecha para volar? Raro.  

Las primeras personas a las que les conté que había ido a una pista de motocross me veían extrañadas. Pero empecé a hacer esto cada vez con mayor frecuencia hasta que me volví un motociclista en toda la extensión de la palabra: las botas, las rodilleras, las coderas, el traje, los guantes, el casco, los googles, las caídas, las lesiones y la obsesión por subirme a la moto para acelerar otra vez.

Y así es como sucede la magia de la transformación.  Las primeras veces que compartí fotografías o videos de mis fines de semana en moto, las personas a mi alrededor se confundían. Supongo que consideraban el motocross como la cosa más salvaje del mundo. Supongo que les costaba relacionar a la persona que ya era y que siempre habían conocido, con la persona que también siempre he sido pero que apenas desarrollaba esta nueva faceta.

Al principio me irritaba que a mi familia, a mis amigos y a mis compañeros de trabajo les costara trabajo imaginarme saltando sobre una moto, atascado a la mitad de un cerro o tomando felizmente los golpes que vienen incluidos en este deporte. Pero después entendí que la duda es natural cuando una persona o una organización te muestra una cara desconocida —sobre todo cuando se trata de una que parecía improbable.  

Conforme afirmé que andar en moto era algo que me gustaba, que podía aprender a hacer cada vez mejor y que no planeaba dejar de hacer ya nunca más, me sentí más cómodo con este nuevo ingrediente que compone quién soy. Y una vez que la transformación estuvo terminada —cuando ya todos a mi alrededor asumieron que sí usaba Dockers™, pero también hacía motocross— entonces me sentí más completo.   

Creo firmemente que tanto las personas como las organizaciones debemos preguntarnos quiénes somos y que la respuesta nunca está terminada. Creo que para encontrar nuestra razón de ser y trabajar para honrarla, es nuestra responsabilidad buscar en el fondo del corazón lo qué nos emociona, como personas y como equipos de trabajo. Algunas veces no será lo más común, otras veces no será lo más cómodo, puede resultar algo que nadie hubiera previsto, pero siempre será lo más útil para encontrar propósito y vivir una vida tan significativa como feliz.

No me imagino el resto de mi vida como publicista en el sentido tradicional de la palabra, tampoco veo a YuJo! en el futuro como una agencia publicitaria con la vocación tradicional de la industria. En cada Camp YuJo! nos acercamos un poco más a la forma que queremos adoptar y el propósito que queremos perseguir. Y aunque como organización nos estamos acercando a los primeros 10 años de vida y todavía no tenemos un único camino definido, estoy seguro de que la mejor forma de encontrarlo es reconocer cuáles son nuestros intereses más profundos, qué quisiéramos hacer a continuación y qué necesitamos aprender para lograrlo. Si después de mucho pensarlo, encontramos que son tamales y nos ven raro, no pasa nada.

Que la búsqueda de la mejor versión de nosotros mismos y de nuestras organizaciones continúe siempre.

¡BRAAAAP!

 

Joel Gutiérrez

 

Twitter: @thewowisnow

Instagram: thewowisnow

17 noviembre, 2017 - No Comments!

Eso no se dice | Truco inútil 01

¿De qué voy a escribir en el blog? No quiero ser cursi, tampoco quiero aventarme un rollo motivacional, porque a estas alturas ni yo me la creo. No me quiero arrepentir en un futuro y que mis palabras se queden en internet forever. Algún talento debo tener.. ¡piensa, piensa!

¡Ah, wey! Sé cómo hacer que la gente vuele.

NECESITAS:

 

PASOS:

 

1. Sentar a la víctima.

2 .Las 4 personas deben pararse a un lado de cada pata de la silla.

3. Las 4 personas deben poner las manos de ‘pistolita’. Más o menos achí:4. Las personas que estén en el respaldo deben meter la pistolita (eeeeh, cochino) por debajo de las axilas. Las otras dos personas deben hacer lo mismo por debajo de las rodillas. Los cuatro al mismo tiempo.

5. Intenten levantarlo.

 

Ese sólo era el cáliz.

¡Es hora de la magia!

 

Disclaimer: Es muuuuy importante que los siguientes pasos se hagan en completo silencio, nadie puede hablar, ni reírse, ni un ruidito).

 

6. No hagas ruido, wey. Sin que las palmas se toquen, la persona 1 debe poner su mano derecha boca abajo sobre la cabeza de la víctima (sin tocarlo).

7. Enseguida la persona 2 (que está a la derecha) hará lo mismo y así consecutivamente. Cuando todas las manos derechas estén colocadas, persona 1 pondrá la izquierda y todos harán lo mismo hasta tener algo así:

8. EN SILENCIO quiten las manos, uno por uno, empezando por la que quedó hasta arriba (persona 4).

9. Inmediatamente, y sin hacer ningún ruido, repetir el paso 4 (el de las pistolitas).

10.

 

 

De nada, amigos.

 

Jaz Talamantes

 

Instagram: @jaztalamantes

8 noviembre, 2017 - No Comments!

Bitácora espacial | 001

Día 365 de la misión.

Despierto del hipersueño.

Como si no hubiera pasado un año, me levanto de la cápsula, me pongo una bata y pantuflas, camino hacia el tocadiscos y dejo sonar "Send me on my way" de Rusted Root.

Recuerdo las miles de veces que desperté en lugares desconocidos, casas de amigos o de no tan amigos, mientras preparo un chocolate caliente y hot-cakes, el primer antojo después de tanto tiempo dormido.

Estoy adolorido, como en la cruda después de una gran fiesta, no de esas que son de cigarro y canciones de José José en las que siempre grito “¡Eso me dijo la carbona!” con cada frase. Sólo puedo recordar cada fiesta en la que hice eso. 
Pero regreso a la nave del olvido. Tomo un tazón, rompo dos huevos, los sirvo en el tazón, los revuelvo con descuido en la batidora porque pues qué hueva, les sirvo la harina directamente, no importa qué medidas sean, son hot-cakes, ¿qué puede salir mal? Revuelvo, revuelvo, revuelvo, revuelvo, sirvo la mezcla de jotqueiks en el sartén en círculos casi perfectos, hasta yo me sorprendí de lo bien que me salieron, no puedo dejar de verlos, creo que estoy enamorado y, justo cuando empiezan a burbujear, hago el viaje de regreso y los volteo. Ni muy quemados ni muy crudos, la cocción perfecta para mi gusto, los pongo en mi plato haciendo una torre de tres pisos, y los baño con pinche miel espacial.

D-E-L-I, bebiendo el chocolate me siento en la proa y veo al espacio.

"Una inquietud persigue mi alma..."

Reviso mi reloj para ver qué hora es en donde estás. Me entero que es de noche y que probablemente nos estamos viendo uno al otro *emoji de corazón con estrellas*. Corro a revisar el radiotransmisor para ver si puedo conseguir alguna señal de la antena que instalé en tu casa, pero sólo hay ruido blanco. Doy un trago del chocolate y suspiro: el mundo no para y yo estoy aquí varado. Un plano cenital deja ver que estoy en la nada, mi casa y mi hogar, la nada, rodeado de canciones y de estrellas, rodeado de la nada.

Desde la ventana puedo ver tu estrella, y la verdad no importa, sé que en el planeta que sigue también ahí vas a estar.
 Me he convertido en el mismísimo Fantasma del Espacio.

Voy al centro de control y continúo con el trayecto marcado. Tengo que visitar otros planetas y encontrar lo que hemos estado buscando este tiempo. No puedo decir mucho de eso, pero es algo que cambiará todo, por completo.

"Una inquietud persigue mi alma..." Lanzo mis hot-cakes al espacio.

Oh, no.

En verdad tenía hambre.

 

Continuará...

 

Jacob Suedan aka Mauricio Pediña

IG: @jacobsuedan

FB: Mauricio Pediña

1 noviembre, 2017 - No Comments!

La opinión que no pediste | La Nueva No. 15

No sé qué tan old fashion sea, pero es la primera vez que me leen este blog, y me quiero presentar, aunque sea medio vago: soy Rocío. Tengo 24 años, me encantan los animales, las series malas, y no me gusta manejar. Entré a trabajar a YuJo! hace unos meses y, otra vez, me tocó ser “la nueva” y más o menos, de eso se trata esta nota.

He trabajado en muchos lugares, quince para ser exacta. Casi siempre de mesera y otros trabajos que, la verdad, no duraron mucho.

Ser “la nueva” es un rol que no se juega a la ligera. Está lleno de retos, porque hasta lo más cotidiano es nuevo, tienes que acoplarte a un nuevo ambiente completamente desconocido, a reglas muy establecidas y explícitas, y —las peores—, las implícitas, que sólo las puedes descubrir con el paso del tiempo. Tienes que probar que no se equivocaron al contratarte y que de hecho eres buena en lo que haces.

Si a todo lo que implica ser nuevo o nueva, le sumas mi personalidad que siempre tiende a la ansiedad y al overthinking, los invito a la experiencia más tortuosa del mundo, con pensamientos ininterrumpidos como: “Rocío, deja de tomar agua porque es la tercera vez que te paras al baño y no es ni la 1:00, qué pena, seguro todos ya se enfadaron de verte pasar”, “¿olerá mucho mi comida de hoy cuando la caliente en el microondas? ¿Qué tal que luego todo huele a pescado y les da asco a todos? Mejor no comas, Rocío.” Y puro drama sin fundamento que hoy, estoy casi segura, nadie nota.

Pero no es sólo eso. Cada empleo ha traído su respectivo jefe, y cada jefe, su respectiva personalidad. Y yo los he tenido de todo tipo, hasta aquel hombre ya muy mayor de la India, que con un inglés casi incomprensible me gritaba algo así como “¡HO-WUO-AH!” y mucho tardé en entender que quería que usara agua caliente para limpiar ese mantel. Evidentemente, fue el trabajo en el que menos tiempo duré, empatado con el que, “por ser hostess” necesariamente tenía que usar tacones y, entre el dolor de pies y el feminismo que llevo muy dentro, renuncié al tercer día.

Haber trabajado en lugares tan diferentes hizo que fuera capaz de hacer un juicio no tan impreciso del lugar en el que me ofrecen o busco laborar, de valorar las cosas buenas, y darle la vuelta a las malas.

Sí, ya estoy cansada de ser “la nueva”. Tengo todas mis intenciones puestas en no volver a serlo. Ahorita, no.

 

Rocío Valdez

Instagram: @rocio.vv

 

 

En orden cronológico: Teleperformance, Che Boludo, Opal, Bistro K, Breads Etcetera, Cafetería del HO WUO AH, Il Diavolo, Quilombo, La Nacional/Vago, Gorilaudiovisual, Sur, Almirante Pech, Gen Studio, 3D Word renderings y YuJo! Creatividad Aplicada.


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