Rufián
Cuando en plena revolución mexicana, el gobierno impuso un impuesto a los destilados de agave, algunos productores de la costa de Jalisco pretendieron destilar únicamente las raíces para darle la vuelta a la ley.
Sumando el carácter de los marineros que plasman sus propias historias sobre la piel usando técnicas de tatuaje rudimentarias, concebimos al personaje del Rufián, que inspiró nuestra marca de raicilla para el pabellón de diseño Siete50, organizado en el marco de la feria ProAgave.
Al igual que otras 49 agencias y diseñadores independientes, intervenimos una botella limpia para darle vida a una idea que demuestra la importancia del empaque y la creatividad en la comercialización de las bebidas alcohólicas.
La bolsa de papel acentúa la personalidad clandestina de la marca y algunos sellos, especialmente diseñados para este propósito, nos adentran en el mundo de los pequeños pueblitos de la sierra, donde la raicilla sigue produciéndose como el moonshine americano.